Lo que puede aprender Venezuela de famosos escándalos para gestionar crisis laborales

Es un hecho que en el mundo empresarial no todo es color de rosa. ¿Crisis? Las hay de todo tipo: operacionales, administrativas, de procesos, entre otras. El secreto para que la empresa salga airosa del asunto se encuentra en su capacidad para gerenciar el caos.

Precisamente hoy hemos traído a colación una de las crisis más temidas por el empresario: la de recursos humanos. Esto es algo que no se limita sólo a los pequeños, pues casos como los de Uber y Google muestran que esto se puede presentar hasta en los gigantes corporativos.

Es por ello que en este reportaje especial analizaremos algunos casos famosos de escándalos en personales de varias empresas influyentes y el aprendizaje que se puede obtener acerca de cómo han gestionado este tipo de situaciones.

La reputación: un activo intangible

Para abordar el delicado asunto es preciso tener claro primero qué es la Reputación Corporativa. En el libro empresarial, del mismo nombre, escrito por Ángel Alloza se cita la definición de Roberts y Dowling, catalogándola como “la reputación de la empresa en un grupo de interés teniendo efectos en su conducta”.

Es decir, que la reputación corporativa es el conjunto de impresiones que tienen sobre la empresa los diversos grupos de interés, bien sea personal interno o externo a ella.

En este orden de ideas, queda claro que la reputación corporativa es vista como un “activo intangible” que, de sufrir daños, puede comprometer seriamente el negocio de cualquier compañía independientemente de su tamaño.

¿Despedir de inmediato?

Recientemente, Rachel Bitte, colaboradora de Fortune, con más de 20 años de experiencia en liderazgo, procesos de RR.HH. y gestión de talentos, cuestionó la manera en que Google reaccionó ante la polémica generada por un manifiesto catalogado de “sexista” que distribuyó uno de sus ingenieros, (James Damore) ante lo que la compañía respondió con el despido inmediato.

Para entender cuál sería la manera correcta en que se debe manera una situación así, la experta afirma que irónicamente, UBER, arropada también por la polémica recientemente, sería un buen ejemplo.  

Bitte precisó que el principal error de Google fue reaccionar demasiado rápido, pues lo más estratégico es intentar primero “enfriar las tensiones internas y externas por lo menos ligeramente, antes de tomar una decisión tan finita”, aconseja.

Y es por ello que coloca a UBER como ejemplo, que ante varios escándalos protagonizados por uno de sus fundadores, Travis Kalanick, éstos utilizaron primero la “ausencia temporal” antes de su eventual renuncia.

“La suspensión es una táctica común. Retire al empleado del lugar de trabajo al menos temporalmente. En lugar de reaccionar a los titulares y pasiones inflamadas, pase tanto tiempo como sea necesario llevando a cabo una investigación exhaustiva y objetiva sobre por qué sucedió esto y, lo que es más importante: qué es lo que se puede aprender”, detalla.

El polémico caso de las “tortillas de lengua”

Y si de crisis de recursos humanos hablamos, no podemos dejar de mencionar el famoso caso que puso en aprietos a la popular franquicia Taco Bell en el año 2013, cuando se viralizó en internet una foto que mostraba a un empleado de la firma pasándole la lengua a una torre de tacos.

Ante esto, la compañía alegó que se trataba supuestamente de una campaña interna para promover un nuevo producto y que los empleados enviaron la imagen “claramente violaba las reglas y el espíritu del concurso".

No obstante, aunque la explicación no fue muy convincente, la franquicia rompió el silencio ante tamaña polémica y aplicó también la táctica del “enfriamiento” con una suspensión previa y un comunicado reflejando que estaban investigando el hecho. “Está en proceso de terminar su contrato", el empleado "ya no trabaja ahí", especificaron.

El  “racismo” venezolano que explotó las redes sociales

Y si nos situamos en el contexto local, cómo olvidar uno de los casos que sacudió a la opinión pública nacional en junio de este año, cuando se difundió una oferta de empleo de la famosa cadena de gelaterías Cine Citta donde uno de los requisitos para aplicar a la plaza de trabajo era ser de “piel blanca” y medir más de 1.70 de altura.

La indignación y presión no se hizo esperar en las redes sociales, de manera que la compañía, no realizó ninguna suspensión ni retiro, sino que la administradora del local se atribuyó el “error” mientras que la empresa se esforzó por informar al público que no tienen una política racista.

Alfredo Rodríguez, uno de los dueños del establecimiento, lamentó la publicación y dijo al diario 2001 “no somos racistas” permitiendo fotografiar al personal de la gelatería, quienes, según puede apreciarse no son mayormente de alta estatura ni de “piel blanca”, a la vez que éstos aseguraron no ser víctimas de algún tipo de discriminación”.

La gran lección

En conclusión, queda claro que nadie está exento de este tipo de aprietos laborales y lo ideal es tener la máxima previsión para evitar que ocurran.

Sin embargo, las grandes compañías y los que ya han pasado por estas penosas situaciones, enseñan que no hay nada peor que guardar silencio, sino más bien tomar el control del asunto, investigar y fijar una posición que refleje los valores de la empresa, sin caer en decisiones apresuradas que pueden resultar contraproducentes.