La oportunidad de negocio plantando árboles en Venezuela

Sí, ha leído bien, plantar árboles ha venido convirtiéndose en los últimos años en una gran oportunidad de negocio y un mercado con enorme potencial en muchos países del mundo.

La razón es más simple de lo que parece, y radica en gran medida en el Acuerdo de París, convenio mundial que busca la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero mediante soluciones ecológicas, el cual fue firmado por 195 países en el año 2016.

En todo el mundo, impulsados ​​en parte por dicho acuerdo, los gobiernos se han comprometido a restaurar un área de tierra degradada más grande que Sudáfrica, precisó recientemente el medio especializado Fast Company, añadiendo que las empresas son parte de una emergente "economía de restauración" centrada en la reforestación y la restauración de tierras degradadas.

Asimismo, se cita un informe de The Business of Planting Trees, donde las organizaciones sin fines de lucro World Resources Institute y Nature Conservancy analizan la industria y argumentan que es un área en el que más inversores deben considerar invertir dinero.

Se habla de una emergente economía de la restauración dado que "la tecnología está reduciendo el costo de la plantación de árboles", según Sofía Faruqi, quien administra el programa New Restoration Economy en World Resources Institute.

La oportunidad radica principalmente en que esta restauración patrocinada por el gobierno ocurrirá en asociación con empresas, muchas de las cuales son nuevas empresas o startups.

Faruqi sostiene adicionalmente que las empresas forestales tradicionales están cada vez más interesadas ello y que “se dan cuenta de que los negocios como de costumbre ya no funcionan y están tomando medidas para incorporar la restauración en su cadena de suministro".

Pese a que el informe sugiere que es una industria con la que muchos inversores no están familiarizados y que las startups tengan éxito, más capital es crítico, ya hay múltiples casos de éxito producto de este nuevo mercado de restauración.

En Myanmar, una startup está utilizando drones para replantar rápidamente un enorme bosque de manglar. En Camerún, se encuentra otra utilizando una invención llamada "capullo", una especie de “dona” de papel biodegradable para ayudar a que miles de plántulas sobrevivan cerca de los campos de refugiados en los Estados Unidos.

También está el caso de otra empresa emergente que está replantando tierras de cultivo abandonadas con pongamia, un tipo de árbol que necesita poca irrigación y produce petróleo que se puede emplear en biocombustibles y alimentos.

Un determinante punto a favor en este aspecto es que Venezuela es precisamente uno de los países firmantes del acuerdo y hace poco ratificó total apego al Acuerdo de París sobre el cambio climático. Adicionalmente, a finales del 2017 el canciller venezolano Jorge Arreaza aseguró que la única solución frente al calentamiento global es “la implementación plena del Acuerdo de París sobre cambio climático”.

En el país ya existen iniciativas gubernamentales ligadas a este ámbito, como la Misión Árbol, no obstante, aún no hay alguna startup que haya mostrado públicamente un interés en ello, lo cual podría representar una oportunidad de plantear al Estado una solución con nuevas alternativas como las que mencionamos más arriba. ¿Usted qué opina?