La idea que “sin querer queriendo” lo volvió millonario

En repetidas oportunidades hemos reportado casos de cómo el simple hecho de resolver un problema puntual o mejorar un producto puede desembocar en un negocio de millones.

Y es que el testimonio de Christian Weber nos viene como anillo al dedo, pues se trata de un hombre que, sin la necesidad de emprender propiamente, se le ocurrió una idea que hoy por hoy es un negocio que mueve cuantiosas cantidades de dinero.

Para el 2014, relata, Fast Company, Weber encabezada una compañía petrolera que trabajaba una alternativa ecológica a la del fracking. Resulta que después de más de 20 años asistiendo a Burning Man, un festival anual de artes de verano que reúne cerca de 70,000 personas, él se inquietó por la manera en que se acampaba allí.

Para ese entonces la estructura habitual que se venía usando era la del hexayurt (refugio con forma de hexágono que ofrece oscuridad y aislamiento).

“Entonces comenzaron las dudas. Le preocupaba cuánto tiempo tomaría para poner un hexayurt juntos, que son frágiles y difíciles de almacenar, y que usted necesita un camión para transportarlos”, agrega el veterano periodista Daniel Terdiman, quien conversó con Weber.  

Cuatro meses después, en plena noche, despertó en su casa, en California “poseído” por la inspiración. “"No pude sacar la idea de mi cabeza (…) Comencé a pensar en [adaptar] las paredes de un hexayurt juntas para que se plieguen en una sola pieza. Pensé en hacerlo con tela. Conseguí mi libro del origami e hice algunos dibujos", recuerda.

El resultado de aquella “posesión” es el  Shiftpod, un refugio de campamento resistente, fácil, rápido de armar y transportar que sólo pesa 64 libras. Uno de 77 por 13 pulgadas, es lo suficientemente espacioso para una cama matrimonial y un montón de equipos, inclusive cualquiera puede ponerse de pie dentro de éste.

Weber tenía pensado hacer un número limitado de Shiftpods para campantes. Le dijo a sus amigos lo que estaba haciendo y publicó un formulario por internet pensando que tal vez unas 30 personas se interesarían.

"Alguien lo filtró en Facebook", confiesa, y A partir de allí, "la gente me estaba enviando dinero, gente que ni siquiera conocía. . . Ese año, entregamos 300 unidades a la playa”, comentó.

Originalmente vendió el producto por $ 800, pero al momento sus modelos han venido evolucionando con variaciones 2.0 y actualmente están disponibles a la venta por $ 1,299.

Como lo precisa Terdiman, la historia de Weber no termina con la venta de miles de refugios de gama alta a los asistentes al famoso festival sino que ha participado en importantes donaciones en diferentes países por guerra o desastres naturales.

Finalmente, el caso Weber demuestra que las ideas no pueden ser patrocinadas o compradas, están en tu cabeza. No importa qué tan hondo se oculten, una sola idea puede desembocar en un negocio de millones que impacte a mucha gente.