Ella vió su oportunidad al darse cuenta que en las fiestas y bodas había comida italiana, árabe, japonesa, pero nunca peruana y decidió cambiar eso
Verónica Sacieta, cuenta a El Emprendedor, cómo creó un stand de comida peruana para bodas y fiestas, incluyendo sus populares pastelitos peruanos, mientras trabaja como gerente de talento humano en otra empresa.
Cuando Verónica Sacieta decidió emprender en el mundo de la gastronomía, no tenía idea de que su éxito provendría de un stand de comida peruana y unos pastelitos de ají de gallina y claro de la sazón de su mamá. Administradora de profesión, con más de diez años de experiencia en gerencia, su vida cambió en 2020 cuando la pandemia la obligó a reinventarse y mirar con nuevos ojos las oportunidades a su alrededor. En un país donde la comida peruana era conocida, pero no representada en eventos y celebraciones, ella vio una brecha en el mercado y decidió aprovecharla.
Rodeada de sabores del Perú
Desde pequeña, Verónica estuvo rodeada de sabores peruanos. Su madre, de origen peruano, le enseñó no sólo recetas, sino también la historia detrás de cada plato. Esa conexión con la cocina despertó en ella un amor especial por la gastronomía, aunque nunca pensó en convertirlo en su profesión.
Sin embargo, en 2020, cuando la crisis generada por la pandemia amenazó su estabilidad económica, comenzó a cocinar y vender platos peruanos desde casa. Con solo 500 dólares de ahorros, lanzó Mix.Tura, un emprendimiento que inició con ceviche y papas a la huancaína, vendidos por encargo y promocionados a través de redes sociales. “Había mucha incertidumbre sobre si me quedaría sin trabajo. Debía pensar en cómo sostenerme a mí, a mi hijo y a mi mamá, así que decidí arriesgarme”, contó.
Una oportunidad que no dejó pasar
A medida que Mix.Tura crecía, Verónica comenzó a recibir pedidos más grandes y a atender a un público más exclusivo. Fue entonces cuando, en 2021, se dio cuenta de un detalle que cambiaría su negocio: en todas las bodas, fiestas y eventos privados había sushi, comida italiana y árabe, pero nunca había un stand de comida peruana. “Siempre encontraba ceviche en menús de restaurantes, pero nunca en eventos privados. Nadie ofrecía gastronomía peruana como parte del catering”, observó Verónica.
Decidió cambiar eso. Creó el primer stand de comida peruana para eventos, ofreciendo opciones como ceviche, ají de gallina y pasteles de harina de trigo rellenos de sabores tradicionales del Perú. Su idea no solo era innovadora, sino que también respondía a una demanda no cubierta en el mercado.
El salto a los eventos exclusivos
Uno de los momentos clave en la historia de Mix.Tura ocurrió cuando, gracias a un pedido casual, su comida llegó a manos de Daniela Alvarado, reconocida actriz venezolana. Lo que parecía un simple encargo se convirtió en una oportunidad de exposición, cuando Daniela compartió su experiencia en redes sociales, generando un boom inmediato en seguidores y pedidos. “Ella subió una historia en Instagram y en un solo día gané más de 500 seguidores. Eso me llevó a atender su boda y a entrar en el mercado de eventos”, recordó.
Con ese impulso, Mix.Tura comenzó a posicionarse en bodas, fiestas privadas y eventos corporativos. Su stand de comida peruana se convirtió en un sello de exclusividad y distinción, captando clientes que buscaban una experiencia gastronómica diferente.
Un nuevo protagonista en la escena gastronómica: El pastelito peruano
Para diferenciarse aún más, Verónica decidió innovar con un producto que fuera atractivo para el público venezolano, pero que mantuviera la esencia de la cocina peruana. Así nacieron los pasteles rellenos de ají de gallina, una versión adaptada del tradicional ají de gallina, pero en formato de pastelito salado, ideal para eventos. “Sabía que vender ají de gallina como plato tradicional sería difícil, pero en un pastelito todos lo compraban”, apuntó Verónica.
Esta apuesta le permitió expandirse no solo en eventos, sino también en la venta al mayor, colocando sus productos en hoteles y restaurantes como Lidotel y locales en Parque Cristal.
El futuro de Mix.Tura
Ahora, con Mix.Tura en el mundo de los eventos, Verónica se prepara para su próximo paso: la apertura de su primer local físico en 2025. Su objetivo es ofrecer una experiencia gastronómica completa, donde los clientes puedan disfrutar de la cocina peruana en un ambiente exclusivo.
Además, planea expandir la venta de sus pasteles peruanos a nivel nacional, posicionándolos en supermercados y tiendas especializadas. “Mi sueño es que los pasteles peruanos sean un producto reconocido y distribuido en todo el país”, aspira Verónica.
Lecciones de una emprendedora que supo abrirse camino
A lo largo de su camino, Verónica ha aprendido valiosas lecciones que ahora comparte con quienes buscan emprender en el sector gastronómico:
- Aprovecha los vacíos del mercado: “No siempre se trata de inventar algo nuevo, sino de ver lo que nadie está haciendo y hacerlo bien”.
- Arriesgarse con conciencia: “Es importante no tener miedo a equivocarse, pero hacerlo con estrategia y planificación”.
- El poder de las redes sociales: “Instagram fue clave para dar a conocer Mix.Tura. Si tienes un negocio gastronómico, tienes que estar presente digitalmente”.
- Fideliza a tus clientes: “Más allá del sabor, la atención y la experiencia son lo que hace que la gente regrese”.
- Adáptate a las necesidades del público: “El pastel peruano nació porque entendí que debía adaptar el ají de gallina al gusto y costumbre del venezolano”.
Un nuevo referente en la gastronomía peruana en Venezuela
Lo que comenzó como un negocio en casa con $500 de inversión, hoy se ha convertido en una marca emergente en el mercado de la gastronomía, el catering y los eventos en Venezuela.
Gracias a su visión, Verónica Sacieta no solo llevó la comida peruana a eventos privados, sino que también abrió camino para difundir la cultura del Perú.
Y aunque su camino aún sigue en construcción, una cosa es segura: la comida peruana ya no es solo un plato de restaurante en Venezuela, ahora es parte de celebraciones exclusivas.
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