Los jardines flotantes que generarían dólares en Venezuela

¿Jardines flotantes? ¿Venezuela? Sí, tal y como lo lee. Resulta que a nivel internacional, turistas de todas partes se están sintiendo cada vez más atraídos por este tipo de experiencias a nivel gastronómico, que serían una vía atractiva para hacerse de unos cuantos dólares.

Si bien es cierto que la idea “de la granja a la mesa” no es algo nuevo, medios estadounidenses se han referido al enorme potencial de este mercado en tierras de vecinos latinos como México, y esta vez lo hizo Business Insider.

Se trata de una tendencia que han venido implementando en algunos restaurantes de la Ciudad de México obteniendo los ingredientes de los famosos jardines flotantes de Xochimilco, con restaurantes galardonados como Pujol de Enrique Olvera  y  el Máximo Bistrot de Eduardo García.

“Esta técnica de cultivo, conocida como chinampa, se ha utilizado desde antes de la época de los aztecas. Fue entonces cuando los agricultores crearon las islas "flotantes", que están unidas a los lechos de canales superficiales a través de capas de sedimentos y raíces de sauce”, precisa BI.

Las mesas de Máximo Bistrot, uno de los restaurantes mexicanos que usa esta práctica, hay que reservarlas semanas antes, demostrando gran nivel el marketing de experiencia.

"Hemos comido en 26 países de todo el mundo, y por el precio y la calidad, esto fue increíble", indicó a Associated Press Kristin Kearin, turista estadounidense de 35 años de edad.

Más allá del tema de la agricultura urbana como parte de las políticas sociales, en otras oportunidades hemos destacado como ésta se ha hecho tendencia en distintas modalidades como los famosos jardines urbanos con iluminación led, a la par de ser una factible herramienta de negocio.

Asimismo, hemos mencionado también que hay casos de éxito venezolanos de restaurantes que cultivan sus propios alimentos, como “La Casa Bistró”.

Es importante puntualizar que la gran propuesta de valor detrás de todo esto, es la experiencia como pieza clave del producto o servicio, por lo que constituye a su vez, una interesante opción para que los operadores turísticos (que ya pueden cobrar en dólares) enamoren al turista extranjero.

¿Cuenta Venezuela con potencial para esto?

Según lo precisado hasta ahora, todo apuntaría a que sí, pues no son pocos los espacios naturales con los que cuenta el país y la práctica “del jardín a la mesa” no requiere de complejos procesos tecnológicos sino más bien de conocimiento de la tierra como el caso de los agricultores de Xochimilco.

Y es que, partiendo de la misma idea, surgen diversas variaciones del negocio, pues en el territorio nacional hay casos de islas artificiales como  “Isla Paraíso”, un Complejo Habitacional ubicado en El Morro, Lechería, estado Anzoátegui.

Por otro lado, nace también la posibilidad para el que no tiene restaurante pero se quiere unir a la práctica, de crear estos pequeños jardines (flotantes o no) y ofrecerlos a locales con un servicio de mantenimiento, en fin, los modelos de negocio son diversos.