La incursión de Uber en varios países ha sacudido el sector del transporte en muchas ciudades, ¿Venezuela está extenta?
Uber, la brillante compañía de Silicon Valley que ha sido todo un fenómeno mundial por su famoso modelo de conectar a conductores (particulares) y pasajeros a través de su app, ha tenido como segundo nombre la palabra polémica.
Una de las principales sombras que ha perseguido a esta mítica compañía han sido las numerosas tirrias y cuestionamientos legales que ha tenido en múltiples países.
Según reportó huffingtonpost, hasta 2015 la empresa ya sostenía serios problemas en países como España, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Japón, Corea y el mismísimo Estados Unidos, sin mencionar todavía a América Latina.
¿Por qué?
La principal guerra que ha sostenido Uber en muchos países ha sido principalmente con el gremio de las líneas de taxis, quienes se quejan de que la dificultad de competir con las tarifas de esa app, los pocos controles legales y la poca especialización de los conductores, entre otros aspectos.
En Venezuela básicamente se trata de un mercado poco organizado. El sitio Diario Bitcoin lo ilustró de la siguiente manera: “Subirse al vehículo de un desconocido solo porque tiene una marca de “taxi”, es impensable en países como Estados Unidos y muchos de Europa. Sin embargo, en Venezuela es la norma. Hay compañías de taxis, por supuesto, pero estas compiten a menudo con personas que, sin necesidad de sacarse certificado alguno, alistan su vehículo para ofrecer carreras en las calles de Venezuela”.
Cómo funciona el servicio en Venezuela
Asimismo, agrega que a diferencia de los conductores de Uber, “cada individuo va por su cuenta sin tener que pagar comisiones o tener que ajustarse a una tarifa de servicio determinada. Es decir, el conductor decide el precio y el pasajero decide aceptarlo o rechazarlo”.
No obstante, hasta hace poco Venezuela tuvo lo más semejante a Uber: Easy Taxy, con la diferencia de tener más filtros a la hora de seleccionar sus conductores, quienes recientemente sorprendieron a todos con la noticia de cerrar operaciones en el país.
Para muchos, esto se debió al exponencial crecimiento de la app Nekso, la cual, en lugar de generar competencia, se alió con el sector de los taxistas, combinando las bondades de Uber, con la especialización del profesional del volante venezolano.
¿Quiere decir que el gremio taxista organizado debe cantar victoria?
La colaboradora de Diario Bitcoin, Gabriela Camero, precisa que “mientras el sector siga careciendo de las normas reguladoras de las que disponen otros sistemas de taxis en Latinoamérica, la implementación de una tecnología innovadora dentro del caos, solo traería consigo más caos”.
No obstante, debemos recordar que vivimos en un país con la gasolina más barata del mundo, un factor que nos hace bastante atractivos a los ojos de Uber.
Por otro lado, la app ya ha tocado bastante territorio latino, sin ir tan lejos, Colombia. Según el diario El País, “los taxistas han logrado hasta el momento que Uber nos sea legal en Bogotá, Barranquilla, Medellín o Cali. Y la guerra se libra en las calles, cada día. Los choferes, unos 50.000 sólo en Bogotá, están atentos para identificar los servicios de Uber, se comunican entre sí y bloquean a los vehículos”.
En el caso de Chile, el año pasado cientos de taxistas protestaron en Santiago contra la llegada de la app, pero sin mucho éxito. La firma aseguró para el momento que es un servicio “legal y más seguro” que los taxis tradicionales y han venido sumando más gente a sus filas.
Otro país latinoamericano donde no faltan dolores de cabeza mutuos entre Uber y el gremio taxista es Argentina, que hasta el 2016 era la única gran ciudad de América Latina en no contar con los servicios de Uber. Los continuos brollos no han cesado pues el pasado 02 de agosto se desataron nuevas molestias debido al último aumento en las tarifas de los taxistas y la diferencia de precios con Uber.
Por el momento en Venezuela Nekso parece calmar las aguas, no obstante, nada descarta una repentina presencia del gigante de Silicon Valley en las principales ciudades del país, pues ya estuvo, aunque de menor tamaño, la internacional Easy Taxi.