Jóvenes crean reflector para competir con productos chinos importados

Hace poco reseñábamos el caso de Guillaume Vidal y Cole Zucker, el par de jóvenes que se hicieron millonarios en sólo 6 años gracias al pleno ascenso del nicho de mercado de la iluminación LED y hoy, un par de semanas después, nos hemos topado con un caso venezolano que augura oportunidades en el país, al punto de competir con los productos importados desde China.

Necesidad latente

Gabriel Piñango, gerente de Automatización y Control de Soluciones E y E, compartió, en entrevista con el periódico El Emprendedor, distintos elementos que debido a la “diáspora” venezolana actual, vislumbran que se han abierto tres nichos de mercado en el campo de la iluminación LED en el país.

“El primer mercado que identificamos fue el de los servicios (…) sabemos que hoy, casi todo el mundo se gradúa y se va”, dijo, lo cual sumado al desarrollo de productos LED y debido a que “mucha gente muy capacitada para trabajar en servicios del área industrial ya no se encuentra en el país, y los que sí, no tienen los conocimientos o la experiencia suficiente”, estaríamos ante un tercer mercado que sería el de la capacitación.

Soluciones E y E nace de la iniciativa de cuatro estudiantes (Mahikol Benítez, Jean Bravo, José Silva y Gabriel Piñango)  ya graduados, de los cuales tres de ellos son Técnicos Electrónicos y uno, Técnico en Electricidad de la Universidad Simón Bolívar.

¿Por qué no funcionan los productos chinos?

El joven explicó que los productos importados desde China están clasificados en las clases A, B, C, D “y hasta E”. Indicó que entre éstos “se encuentran las lámparas LED que se dañan a los dos meses, un año a lo sumo, ya que su capacidad de disipación es mucho menor. Aquí lo que llega casi siempre es clase C, D y E, que son los productos que están peor diseñados y se dañan más rápido”.

Visto este mercado, el grupo de jóvenes deciden atender esta necesidad de elaborar un producto de iluminación que dure más, debido a la iniciativa de uno de ellos (Mahikol Benítez). No obstante, primero inician en el sector de los servicios (cableados, inspección de trabajos eléctricos, adecuaciones) y dan con una empresa de metalmecánica enfocada hacia el área industrial en Turmero, estado Aragua.

“En las conversaciones cotidianas les comentamos nuestro proyecto de las lámparas LED y ellos nos ofrecieron la oportunidad de poder diseñar las piezas de metal en su empresa”, recordó Piñango, y es así como finalmente consiguieron crear, en sólo un mes, un prototipo que trabaja de manera similar a un reflector Led.

Una solución venezolana innovadora

El joven técnico aseguró que el dispositivo ya tiene tiempo funcionando a la perfección y que ha superado todas las pruebas, por lo que ahora piensan enfocarse en hacer las lámparas atractivas visualmente para lanzarlas al mercado.

“Estas lámparas están diseñadas para durar alrededor de 5 mil horas de uso continuo, por lo cual nos estamos asegurando de que cumplan con todos los requerimientos necesarios, diferenciándose así de las lámparas comunes que se compran en el país, las cuales tienen un promedio de duración entre uno y tres meses, no necesariamente porque el LED sea de baja calidad, sino que tiene muy mala disipación”, explicó.

Finalmente, Piñango precisó que están abiertos a recibir ofertas e inclusive a capacitar personas mediante cursos de electricidad: “porque nosotros estamos conscientes de que somos cuatro y no vamos a poder con toda la cantidad de gente que va a empezar a solicitar nuestros servicios, así que entre mientras más hayan, mucho mejor”, puntualizó.