¿Qué puede aprender Venezuela sobre la estrategia de Puerto Rico para atraer inversionistas?

Hace poco más de un mes, el gobierno venezolano aprobó la creación y aplicación de la Ley de Inversiones Extranjeras productivas, con la que aseguraron se espera un incremento en la participación de empresas extranjeras en la economía nacional, ya sea a través de inversiones directas, o mediante la creación de plantas y sedes que ayuden al desarrollo económico y social.

Sin embargo, la poca información sobre la misma, además de un experimento del mismo nombre creado en 2014 que nunca dio frutos, hizo que la opinión pública atacara la ley, no solo porque parecía no aportar nada, sino que además proponía darle ventajas a las empresas extranjeras por encima de las venezolanas.

Sin embargo, la inversión extranjera es algo imperativo en situaciones de crisis como la actual. Es por eso que Puerto Rico, a un par de meses de haber sufrido una serie de huracanes que la dejaron casi inutilizada, ha recurrido a mejorar las inversiones extranjeras.

Ricardo Rosselló, gobernador de la isla aseguró que "los tiempos difíciles crean enormes oportunidades", por lo que Puerto Rico está oficialmente "abierta para hacer negocios". Algunas de los principales beneficios que enaltece el gobierno incluyen:

1. Beneficios reales para los inversionistas

Actualmente, gracias a que está sujeta a los cambios que realice el gobierno norteamericano, la isla cuenta con todas las reformas de impuestos, de protección al productor, y derechos de autor que benefician a todo tipo de empresarios.

Aunque la ley de inversiones en Venezuela plantea una serie de beneficios, la realidad es que ninguno de ellos está adscrito a la legalidad venezolana. Para poder aplicar beneficios similares, lo que se necesita es una serie de reformas reales a las bases económicas del país.

2. Mejora de la marca de origen

Uno de los mayores beneficios que trae la creación de productos en Puerto Rico es que, al ser un territorio adscrito al gobierno estadounidense, puede optarse por el uso de la marca de origen "Hecho en Estados Unidos", algo deseado por gran parte de los manufactureros.

Si bien es cierto que nuestro país no cuenta con una marca de origen tan prestigiosa, la realidad es que puede optar a crearla. Muchos países han realizado grandes inversiones por mejoras su marca país, y con ella, la de origen de los productos, por lo que es posible darle una ventaja competitiva a los productos hechos en Venezuela, similar a lo que ocurre cuando se habla del chocolate nacional.

3. Desarrollo de la economía colaborativa

Ya desde antes de los huracanes, Puerto Rico presentaba uno de los índices de desempleo más grandes de la región, por lo que luego del desastre climático las cifras incrementaron exponencialmente. Es por eso que el gobierno comenzó a incentivar la creación de leyes que favorecieran la economía colaborativa.

Esta se define como la estrategia de buscar tantos colaboradores como sea posible en cada ciudad del país y el mundo. Estos son personas que se afilian a empresas y se convierten en prestadores de servicios individuales. Los colaboradores ganan dinero gracias a los clientes que consigue la plataforma de la empresa, y esta se queda con un porcentaje de la venta. Uber es la representante por defecto de este modelo de negocios.

4. Oportunidades para la innovación

Este puede ser el beneficio más importante que ofrece Puerto Rico y que, con toda seguridad puede, aplicarse en Venezuela. En el caso de la isla norteamericana, estas oportunidades de innovación se están dando porque los huracanes destruyeron toda la red eléctrica nacional, dando espacio a cientos de posibles soluciones capitalizables.

Venezuela presenta una situación similar, cosa que reseñamos constantemente en El Emprendedor, ya que la escasez de productos y servicios ha hecho que prácticamente cualquier proyecto tenga una demanda asegurada, y no solo eso, sino que esta misma falta de opciones es lo que incentiva el emprendimiento nacional.