Ley de Inversión Extranjera enciende la polémica en Venezuela

Este jueves fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente la Ley de Inversión Extranjera Productiva, un proyecto desarrollado por la comisión económica de este cuerpo gubernamental, y que tiene como objetivo incentivar a las grandes empresas extranjeras a retornar a nuestro país.

Esta ley estaría planteada con la finalidad de lograr que las multinacionales comiencen a producir en Venezuela para lograr que incremente la producción, haya una mayor oferta de productos y, finalmente, que la ley de oferta y demanda comience a regir, a través de la competencia perfecta, las condiciones de intercambio que tiene el país, cosa que no se ha visto desde hace varias décadas, ya que los monopolios manejan gran parte de los mercados.

Como siempre ocurre cuando se lanza una nueva normativa o forma de ley en nuestro país, el anuncio de la Ley de Inversión Extranjera trajo consigo una serie de opiniones encontradas sobre cuál es el verdadero motivo de la creación de la misma, y qué es lo que se espera que ocurra con esta en las próximas semanas.

Por su parte, Eduardo Piñate, presidente de la Comisión Económica Diversificada y Productiva de la ANC, aseguró que se trata de una ley especialmente diseñada para ayudar a la nación a dejar de depender del petróleo, ya que la misma no solo disminuiría las importaciones al hacer que la producción nacional incremente, sino que se generarían divisas a partir de esta.

El vicepresidente de Economía Wilmar Castro Soteldo concuerda con el punto expresado por Piñate, explicando que es el método más adecuado para lograr que la producción nacional incremente, y que las importaciones disminuyan de forma progresiva, mientras que a su vez se continúa la diversificación de las exportaciones.

Por parte de la opinión pública (principalmente en redes sociales por que el anuncio es muy reciente y poco se ha hablado sobre el mismo a nivel profesional), se reniega la ley, ya que afirman que esta solo estaría promoviendo la explotación de los recursos venezolanos por parte de las grandes empresas extranjeras, similar a lo que ocurre en Cuba.

Estas personas estarían argumentando que se trata de un retroceso en las políticas gubernamentales de los últimos años, haciendo una apertura de mercado que no obedece a lo pregonado por el sistema político actual. Se afirma que esta ley no sería más que el resultado de una "desesperada" movida.

Finalmente, hay quienes son escépticos a lo propuesto por la ley, ya que en el país no existirían atractivos o condiciones necesarias para lograr que las empresas extranjeras comiencen a colocar nuevamente su dinero en el desarrollo local. Y no solo por la situación actual, sino porque difiere con lo que ha demostrado el estado en los últimos años.

La ley, que recién fue aprobada el jueves 28, todavía no se ha hecho completamente pública en cuanto a su contenido, por lo que parece imposible realizar un verdadero análisis sobre lo que propone, sin embargo, es una medida que obedece a lo que muchos han planteado desde hace mucho tiempo para lograr el incremento en la competencia y solucionar la crisis.