Roi Shlomo: Las 4 lecciones que le "regaló" el fracaso

El nombre Roi Shlomo puede no ser conocido por muchos, ya que no se trata de un gran inversionista, ni de un gigante empresario de la industria de la tecnología. Shlomo es en realidad un emprendedor residenciado en Georgia (Estados Unidos), que ha logrado cimentar un pequeño imperio dentro de la industria de las comidas saludables.

Si bien muchos pueden optar por seguir solo los consejos de los más grandes, la realidad es que personas como Shlomo también tienen mucho para decir. En esta ocasión, durante una entrevista con la BBC, el emprendedor reveló una serie de datos de valor: las 4 lecciones que le enseñó el fracaso, y por qué no avergonzarse de este.

Invertir con precaución

La primera lección, de acuerdo a Shlomo, fue la importancia de invertir con precaución, especialmente al momento de reinvertir lo generado. Él explica que su primer negocio fue un éxito inmediato, y que luego de establecerse logró amasar más de $300.000 mensualmente, cosa que lo llevó a invertir su dinero en más locales y bienes personales.

Si bien sonaba como la opción inteligente, Shlomo no tomó en cuenta las variables macroeconómicas, y fue en ese entonces que la recesión estadounidense lo obligó a entender su importancia. Las inversiones no solo fallaron al momento de dar frutos debido a la significativa caída en la demanda, sino que su negocio se fue a la ruina por las malas decisiones.

El dinero no es la meta

La segunda lección aprendida fue entonces que el dinero no es la meta, sino simplemente un escalón más en el camino hacia el éxito. ¿Por qué? pues porque sintió que las cantidades de dinero que generaba le traía la satisfacción a nivel profesional, y resultó que tener el dinero fue apenas uno de los primeros pasos de su emprendimiento.

Afirma que esto lo llevó a cambiar su mentalidad, ya que generar efectivo era la parte fácil, mientras que la difícil era saber cómo administrarlo. No solo puede pensarse en la reinversión o en el gasto, sino también en la creación de un colchón financiero que pueda sacarnos de un aprieto en los meses o años por venir.

Toma decisiones informadas

En tercer lugar, el emprendedor revela que tener dinero suele hacernos obviar la importancia de las decisiones informadas o fundamentadas. Luego de abrir un local pensando únicamente en el tráfico que este espacio generaba habitualmente, y de ver cómo la crisis hizo "desaparecer" a esas personas, entendió por las malas que esta no es la mejor forma de decidir.

Shlomo asegura que no importa el volumen de ventas sino las ganancias netas, es decir, lo que realmente te queda en el bolsillo al final del día. Si tienes tu propia información financiera detallada, y sabes exactamente "en qué te estás metiendo", es mucho más probable que tomes decisiones acertadas a mediano y largo plazo.

Piensa, luego actúa

Finalmente, Shlomo recuerda que el entusiasmo es importante, siempre que no interfiera demasiado en nuestra toma de decisiones. Aunque la "suerte", como lo hemos reseñado en el pasado, viene de una mayor frecuencia en la toma de riesgos, esto no significa que los riesgos deban tomarse sin pensar en las consecuencias que pueden acarrear.

Explica que es necesario ser paciente, y ponderar todas las opciones antes de tomar una decisión de negocios. Afirma que es especialmente nocivo tomar decisiones basándose en la presión social, ya que muy pocos realmente conocen la situación exacta en la que nos encontramos, y lo que podemos perder de tomar una ruta equivocada.

Emprender es un proceso complejo, sin embargo, gracias a las nuevas herramientas de información y comunicación, es posible enterarse de casos como el de Shlomo que nos ayuden a transitar el camino del emprendimiento incluso antes de ponerlo en práctica nosotros mismos.