El alimento del futuro que podría ser altamente rentable para los venezolanos

En los últimos años, el tema de las fuentes de proteína en el mundo se ha vuelto muy polémico. Esto se debe a distintos factores, uno de estos es que los campos de cría de vacas y animales similares suelen ser altas fuentes de contaminación, otro es que los costos de crianza y procesamiento son cada vez más altos, y finalmente las protestas hacia los métodos utilizados.

Esto ha llevado a que los precios incrementen, y que el consumo mundial comience a descender. Por eso ha comenzado a surgir una nueva posibilidad de consumo proteico que solo era tomada en cuenta por algunas civilizaciones específicas: el uso de insectos como alimento.

La Entomofagia, como se le conoce por su origen etimológico, es la costumbre de ingerir insectos como alimentos, y es una cultura que poco a poco comienza a extenderse en todo el mundo. No solo se debe a los precios crecientes de otros tipos de proteínas, sino que los beneficios de estos animales suelen ser mucho mayores al de otros alimentos.

Es por eso que este comienza a convertirse en un mercado atractivo en muchos países, moviendo hasta 33 millones de dólares en Estados Unidos, mientras que en Brasil ya supera los 55 millones; llevándose incluso a la alta cocina. Se trata de unas cifras muy interesantes, ya que este mercado puede volverse muy atractivo para nuestro país.

Eso se debe a que, aunque la cultura de consumo de insectos todavía no se ha posicionado en nuestro país, los beneficios económicos que esta puede traer son muchos, disminuyendo no solo la importancia de la producción de carnes tradicionales, sino también incrementando el abanico de posibilidades del mercado venezolano.

Es comprensible que se trate de un proceso que tomará tiempo, ya que la población venezolana siempre ha tenido un acercamiento mucho más tradicional, y americanizado, sobre la cultura alimentaria. Sin embargo, no debe negarse la posibilidad de crearse un negocio en este mercado.

Podemos inferir que será un negocio dirigido al éxito, ya que los expertos aseguran que en menos de 50 años, el consumo de insectos será casi igual al de otros alimentos, y para esto utilizan los porcentajes de crecimiento que se han mostrado en los últimos años, que puede llegar hasta un 40% interanual.

Y como muchos han demostrado, los insectos no deben ser utilizados necesariamente en su forma natural, sino que pueden prepararse de formas creativas para facilitar la ingesta en el caso de las personas más reacias al producto. Se espera que existan miles de variaciones en los próximos años.

Aunque se trate de un mercado que apenas se ha explorado en nuestro país, no puede negarse que se trata de un grupo de productos muy interesantes para desarrollarse en los próximos años, no solo para ayudar a alivianar una situación compleja del mercado cárnico, sino también para cimentar la producción de la proteína del futuro.