Productos PANsc podrían ser la opción contra el alza de las verduras en Venezuela

En los últimos años, las variables económicas que afectan a Venezuela, han convertido el sector alimentario en uno muy cambiante. Desde una disminución en el consumo de carnes por sus precios hasta la escasez de cereales y leguminosas, ha dejado de existir un alimento reinante en el país.

El sector de las verduras era uno de los que se mostraba más estable, sin embargo, ya desde el año pasado la prensa registraba incrementos del 20% mensual en este tipo de productos, mientras otros medios aseguran que estos incrementos serán cercanos al 30% en las próximas semanas.

Ante estos incrementos de precio, de forma similar a como ocurrió con muchas verduras que lograron que el consumidor dejara de lado los alimentos cárnicos, podría estar surgiendo la oportunidad de desarrollar un mercado de productos sustitutos para aquellas verduras que están superando los rangos de precio de algunos estratos sociales.

Según expertos en áreas de mercadeo o economía, se le conoce como bien sustituto a un producto que pueda utilizarse en vez de otro similar. Son productos capaces de reemplazar a otros al momento de satisfacer una necesidad determinada en un público que cumple con características específicas.

Basándose en esta premisa, parece que hay una serie de productos capaces de reemplazar a los vegetales de mayor consumo en la sociedad: las plantas alimenticias no convencionales (PANCs). Se trata de un mercado con potencial en la región debido a lo poco que se ha desarrollado en los últimos años.

Según un trabajo realizado por Valdely Ferreira Kinupp, profesor del Instituto Federal de Educación del Amazonas (Ifam), hay una monotonía alimentaria impuesta por el consumo de vegetales europeos que ha definido casi el 52% de las verduras consumidas por la población mundial.

Esto ha hecho que muchos obvien los beneficios de este tipo de alimentos, que incluyen una nutrición mucho más balanceada y unos precios mucho más económicos que el resto. Según Ferreira en un artículo publicado por EMEN, en Brasil existen 46 mil especies de plantas en el país, de las cuales al menos 10 mil son comestibles.

Se trata de plantas ideales para el consumo en poblaciones con menores ingresos, o como en el caso de Venezuela actualmente, donde el precio de las verduras tradicionales incrementa de forma exponencial. Esto se debe a que las mismas se propagan de forma veloz en terrenos poco aprovechados.

Las principales "plantas alimenticias no convencionales (PANCs)" incluyen al ocumo, la moringa, las hojas de zanahoria y del Jambu, tallo y puntas de auyama, brotes de bambú, entre muchas otras. Los mismos podrían sustituir a productos como el tomate, la papa, la yuca, la batata, las espinacas, entre otras frutas y verduras.

Con este tipo de alimentos podría suceder lo mismo que ha ocurrido con la yuca en los últimos 2 años, ya que a pesar de ser uno de los cultivos más grandes en el país, recién ahora es que comenzó a posicionarse en el mercado gracias a sus capacidades para sustituir a otros productos alimenticios.

El principal problema al momento de producir este tipo de alimentos no tradicionales es que, por su naturaleza poco común, no existe una cadena productiva tradicional establecida. Esto se traduce en una falta de semillas en insumos para la cosecha de las mismas, dificultando la siembra de las mismas.

Aun así, se trata de un mercado interesante que podría aprovecharse y desarrollarse en los próximos meses cuando se toma en cuenta la situación económica. Similar a como ha ocurrido en el pasado, podría tratarse de un grupo de productos con posibilidad de posicionamiento en la mente del consumidor, no solo para satisfacer una necesidad, sino para lograr sistematizar el sector.