Nueva tendencia de “siestas rápidas” sería probable opción de negocio en Venezuela

¿Dormir?, ¿Venezuela? ¿En un país que necesita más horas para trabajar? Es lógico que, de entrada, este tema resulte descabellado para el lector, visión que podría cambiar con lo que veremos a continuación.

Tal como lo hemos reseñado en oportunidades anteriores, el incremento de la tensión social y el estrés colectivo, no sólo en Venezuela sino en el mundo, han abierto la puerta a una industria robusta, y es nada más y nada menos que todo lo relativo al bienestar físico, mental y emocional, como el ejemplo de Gravity, la cobija que logra un efecto terapéutico mediante la estimulación táctil profunda.

Y es que no se trata sólo de estrés y tensión social, sino que las horas de sueño son un elemento trascendental en el bienestar humano. Marissa Sánchez, colaboradora de la versión en español del medio Entrepeneur, puntualizó lo rentable que podría ser la apertura de establecimientos para dormir la siesta, pero, ¿cómo calaría esto habiendo tantas personas que consideran que de dormir cada vez menos serían más productivas?

Pues bien, reunir toda la cantidad de estudios acerca de las implicaciones de no dormir bien es tarea maratónica, no obstante, vale la pena citar algunos como el de Oxford Academic, el cual precisa que una duración inadecuada del sueño, bien sea en exceso o por falta del mismo, está asociada a enfermedades cardiovasculares, el riesgo de quedarse dormido al volante, y otras afecciones como hipertensión, la diabetes y obesidad.

Aunado a lo anterior, en un estudio del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) citado por el diario El Comercio de Perú, precisó que en comparación con otros países de América Latina, el venezolano promedio (7,45 horas diarias) duerme un poco más que los colombianos (7,14 horas) y menos que los peruanos (7,7 horas) y los brasileños (7,5 horas).

Ahora bien, para evitar afecciones ligadas a un descontrol del sueño, así como recuperar y lograr gran cantidad de energía durante el resto del día, la siesta es una costumbre muy frecuente en lugares como España, China, India y algunos países latinos, y no se trata de plantarse a dormir toda la tarde, sino de un descanso de unos 20 a 30 minutos, generalmente después del almuerzo para recargar baterías.

Asimismo, y por las ventajas físicas y operativas que la siesta tiene, sustentadas por organismos de talla mundial como National Sleep Foundation, cada vez más trabajadores, ven la siesta como una opción, y muchos están dispuestos a invertir ese pequeño espacio de tiempo en un mini-descanso, el problema es que no tienen dónde hacerlo.

Es de esta manera entonces, como nacen las llamadas Nap Café o lugares de siestas rápidas y España acaba de abrir su primer local de este tipo, llamada Siesta and Go, lo cual fue reseñado inclusive por Stephen J. Bronner, Director de Noticias de Entrepeneur en inglés.

Cue Maria Estrella Jorro de Inza, la fundadora de la iniciativa, se inspiró en un viaje a Japón para replicar el modelo de estos lugares de siestas rápidas a su patria natal.

"Es curioso que seamos conocidos por la siesta, pero no hemos sido profesionales al respecto", indicó De Inza a Bloomberg. "Tenemos muchos hombres con trajes que sólo quieren relajarse y las mujeres que quieren quitarse los tacones. El almuerzo es el momento más activo", agregó.

Siesta and Go, abierto en Madrid en mayo de este año, ya cuenta con 19 camas y una zona de café. El personal surte a unos 30 clientes diarios con sábanas frescas, tapones para los oídos, wifi y hasta zapatillas.

En este orden de ideas, y basándonos en las tendencias y datos expuestos, todo parece indicar, que más que una idea descabellada, las Nap Café han venido para quedarse y  constituirían una muy interesante oportunidad de negocio. Saque el lector, sus propias conclusiones.