Las 4 caras de la insatisfacción que nos mantienen en el sufrimiento

Citando a varios de los maestros que lo han acompañado durante su vida, el coach transformacional, Ángel Barceló, explica que el organismo es un sistema en permanente recomposición, capaz de repararse y mantenerse. Este proceso no solo se da cuando presentamos heridas físicas, sino también emocionales.

Pero, ¿qué pasa cuándo no somos capaces de repararnos? Para él, la respuesta es clara: nos sentimos insatisfechos.

Para ilustrar cómo se presenta este sentimiento en nuestras vidas, Barceló utiliza al personaje de ficción, Hedda Gabler, protagonista de la obra homónima creada por Henrik Ibsen. Se trata de una mujer insatisfecha y poco empática, condicionada por una sociedad machista que la hace sentirse invisible e inútil, por lo que es incapaz de salir de casa y hacer los cambios que pide su vida.

Pero, ¿por qué nos sentimos insatisfechos?

En la mayoría de los casos, la insatisfacción es provocada por el ambiente y las personas que nos rodean, conteniéndonos para evitar que nos expresemos y desarrollemos auténticamente. Barceló explica que esto no siempre viene de una intención negativa, sino por el miedo de nuestras autoridades (padres, maestros, líderes) a que experimentemos eventos traumáticos.

Esto causa frustración debido a que obliga a las personas a vivir una vida que no es la propia, sino la que la sociedad impone.

Por último, cuando distintos factores cambian radicalmente nuestra forma de vivir, como puede ser la muerte de un familiar, un accidente, problemas graves de salud, entre otros; muchas personas pierden la voluntad de existir y también el rumbo de sus vidas. Esto también causa una gran insatisfacción.

Las 4 caras de la insatisfacción

Ante esto, Barceló destaca que la insatisfacción tiene 4 caras que podemos experimentar simultáneamente:

1.- El impostor: vive la vida a través de otras personas. Suelen ser fanáticos, seguidores de tendencias, e incapaces de desarrollar una personalidad propia que se mantenga en el tiempo. Es la consecuencia de vivir una vida adulterada y moldeada por otros.

2.- El improvisador: está cambiando permanentemente todo lo que hace porque no obtuvo los resultados esperados, creyendo que al improvisar constantemente evitará el fracaso. Este proceso de improvisación crónica lo lleva a abordar sus metas desde el desconocimiento, por lo que nunca es capaz de alcanzarlas.

3.- El castrado psicológico: únicamente responde a los intereses y creencias de los demás, por lo que es fácilmente manipulable cuando se trata de cumplir la voluntad de otros, pero nunca la suya.

4.- El inconsciente: es incapaz de hacer contacto con su mundo interior, provocando que no pueda reconocerse a sí mismo ni sus problemas. A la larga, esto hace que sea imposible alcanzar sus metas, ya que no es capaz de dar con la motivación que lo lleve a salir adelante.

La solución al problema

Barceló afirma que el primer paso para comenzar el viaje de autodescubrimiento que nos permite deshacernos de la insatisfacción, es saber cómo identificar el problema. Entre las características que se repiten en las personas insatisfechas destacan:

• Sentir que sus deseos no son legítimos.
• Quejarse constantemente; ser insaciable.
• Cambiar continuamente de actividad sin terminar nada, debido a la falta de resultados inmediatos.
• Vivir de acuerdo a las opiniones de los demás.
• Sentir envidia de todos los que les rodean.
• Crear expectativas altas e irreales sin términos medios, que son prácticamente imposibles de alcanzar.

Identificando nuestra insatisfacción, así como la raíz de ésta, es posible comenzar a trabajar para contrarrestar este proceso de adulteramiento llevado a cabo por los otros, dando paso al proceso real de individuación, como lo definió el psiquiatra Carl Gustav Jung.

Barceló concluye: “La máxima aspiración del individuo es la de convertirse en un ser completo”.

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