Cómo este chef logró el éxito después de quebrar y vivir un doloroso divorcio

Soberbia, egoísmo, carácter difícil, malos tratos hacia los empleados y sentirse el dueño del mundo. ¿Suena familiar esto en el mundo de los negocios verdad? Pues así describe su personalidad a los 21 años  Ramón Orraca, fundador de Grupo Bonito.

Era la época en que logró abrir su primer restaurante de forma independiente y todo parecía indicar que se encontraba, como él mismo recuerda, en la cima del mundo, pero en 2005 todo cambió, según contó al medio especializado Entrepreneur.

A mediados de los 2000 se vio literalmente “arrastrado” por una ola que lo llevó a perder todo. Desde sus negocios, su dinero, sus sueños, su matrimonio y, por poco, a sus dos hijos.

A principios de ese año ya contaba con inversiones en varios restaurantes, pero la demanda de tiempo le dificultó el lograr sostenerlos, lo cual se tradujo en que descuidara algunos de ellos y es cuando comienza a caer en picada.

“Además de las presiones que tenía con los restaurantes, viví un proceso de divorcio. Margarita, mi ex esposa, era integrante del grupo y había un desgaste emocional muy fuerte, así que decidí vender todo”, recuerda.

Sus hijos, su motor

“Me quedé sin nada. Salí del medio restaurantero muy desgastado, sin ganas de seguir ahí y con una depresión terrible”, revela. No obstante, el amor por sus hijos fue la gasolina extra que le permitió no darse por vencido.

Fue entonces, como luego de estar alejado del medio restaurantero, con ayuda de su hermana, logra fundar en 2006 Bonito. “Así como me equivoqué en muchas cosas, también algo hice bien. Mis trabajadores siempre me han seguido a donde voy. Al final de cuentas, tú eres el cliente de tus empleados”, reflexiona.

 “La calidad de su servicio, sus amistades y la suerte lo llevaron en poco tiempo a proveer el servicio de catering en todas las producciones de Grupo Pepsico y de Ocesa. Le siguieron los festejos del Bicentenario en 2010, en donde sirvió alrededor de 800,000 comidas en un lapso de 50 días. También atendió a los juegos Panamericanos, en Guadalajara, donde dio un millón 800,000 servicios”, precisa Entrepreneur.

Hoy en día, Ramón Orraca se acredita la creación de algunos de los restaurantes más famosos en Ciudad de México además de Bonito, como Mexsi Bocu, Zoku, Fonda Fina, Parián y Pasillo de Humo, conceptos que le han valido más de 20 reconocimientos nacionales e internacionales, incluyendo a los diarios The New York Times y The Guardian, quienes lo incluyeron en su listado The Best Mexican Restaurant List.