En claves: 7 lecciones que nos deja la estrategia de Dudamel

Luego de tensos y dolorosos momentos que ha vivido el pueblo venezolano en los últimos días, Venezuela hoy se levantó tempranito con un pequeño bálsamo para sus heridas al conocerse el pase de sus muchachos a la final del Mundial de la categoría sub-20 en Corea. 

El primero de los cinco minutos añadidos bastó para cambiar la historia, cuando por obra de Samuel Sosa llegaría el empate en el descuento, un boleto que los llevaría a acercarse cada vez más a su pase a la final y ganar el encuentro a la selección uruguaya  (4-3) en la tanda de penales.

Dada la nueva página que está escribiendo en la historia del fútbol venezolano la selección criolla sub-20, encabezada por el técnico oriundo de Yaracuy, Rafael Dudamel, conviene analizar parte de la estrategia que aplica para alcanzar los objetivos trazados y preguntarse, ¿Qué podemos aprender?:

1. Pasar la página para no perder el foco: Confiarse demasiado tras un éxito puede originar que se baje la guardia ante un próximo reto. Así lo hizo ver el técnico criollo el año pasado en una entrevista luego de la goleada propinada a Bolivia (5-0), indicando que ya habían pasado esa página y esperaban estar a la “altura” de un Ecuador que es muy difícil de someter en su propia casa.

2. Reconocer el nivel del compromiso que se está afrontando: El yaracuyano estaba consciente desde ayer de la talla del reto que venía. “Es un partido histórico, nos estamos jugando un pase a la final de una Copa del Mundo (…) yo creo que sí se convierte este de mañana contra Uruguay en semifinal, en el partido de mayor trascendencia en la historia de nuestro fútbol venezolano”, indicó en entrevista con Líder.

3. Mantener la alegría y el entusiasmo: Cuando se deja de disfrutar el proceso, la meta se aleja, afirman los expertos y esto lo ha entendido el técnico. “No hay por qué cambiar absolutamente nada, además que no hay tiempo, aquí hay que mantener la alegría y la concentración en su estado más alto para que los jugadores disfruten de cada momento previo al partido, para que lleguen con la calma y la lucidez suficiente sin que nada les perturbe”, dijo.

4. Ni ayer ni mañana, sino ahora: “Nuestro mensaje a ellos ha sido muy claro, no hay porqué pensar ni en el ayer ni mucho menos en el mañana, es el partido en el que hay que estar totalmente concentrado, no podemos adelantarnos a escenarios, a situaciones si no ganamos el partido de mañana, así que hay que pensar en Uruguay durante 90, 120 minutos o los penales, y luego poder ya preparar la final”, precisó.

5. Su clave para disminuir la presión: Ante compromisos de alta magnitud es normal sentir grandes niveles de presión, y la sobrecarga de actividades adicionales puede reforzar los estados de ansiedad previa, por lo que el técnico procura mantener la rutina. “Pensando en el partido de semifinales, nosotros desde el cuerpo técnico no hacemos ninguna actividad distinta a las anteriores para que ellos también sientan que vamos actuando con la mayor normalidad”, sostuvo.

6. El miedo a cometer errores puede ser un gran enemigo: Cohibirse por miedo a cometer un error puede resultar contraproducente ante cualquier reto y el criollo ha aplicado esta filosofía a su equipo. “Aquí nadie se regula, aquí todo el mundo se entrega al máximo y no se cuida de entrar fuerte o cometer una falta cuando tenga que cometerla por querer jugar el siguiente partido (…) donde hay que resolver, hay que resolver, porque si me cohíbo o me freno, me limito a una respuesta adecuada en el partido por no tener una amarilla y pensar en el siguiente juego”, puntualizó.

7. Fe y gratitud: Sin poder contener las lágrimas ante la victoria de este jueves, al vencer a Uruguay en penales y conseguir el pase a la final del Mundial que se celebra en Corea del Sur, el técnico venezolano escribió en su cuenta de twitter: “Toda la gloria para Dios, hoy nos ha dado la fuerza y la sabiduría para pasar a la final y regalarle esta inmensa alegría a nuestro país”.

¿Qué pasaría si viéramos cada reto, en cualquier área en que nos desempeñemos, como el juego de nuestras vidas, como el pase a la siguiente etapa?