Afirman que acabar con la hiperinflación es un reto sencillo

Han pasado ya varios meses desde que culminó la campaña presidencial de Henri Falcón, una caracterizada principalmente por la propuesta sugerida por Francisco Rodríguez (su asesor económico), en la que el economista afirmaba que la dolarización era el mejor método para detener en seco a la hiperinflación.

Aunque el argumento no logró convencer a las masas (todo esto aunado a una de las abstenciones más significativas en la historia del país), la realidad es que esta sugerencia entró por primera vez de manera formal en el mundo político, y se convirtió en un concepto que muchos comenzaron a compartir, siguiendo las propuestas de economistas internacionales como Steve Hanke.

El tema se mantiene en la palestra

A pesar del tiempo y el rechazo que suele causar esta medida, la misma sigue en lo más alto de la opinión pública, sobre todo ante los expertos económicos que ven la situación desde el exterior. El caso más reciente es el del economista de Bloomberg, Peter Coy, quien aseguró que salir de la hiperinflación puede ser uno de los retos más sencillos a los que se enfrenta Venezuela.

De acuerdo a Coy, la única respuesta que existe actualmente para detener la hiperinflación es mediante la dolarización de la economía, ya que esto no solo eliminaría por completo el poder del estado en la emisión de dinero sin respaldo, sino que además crearía incentivos para la inversión y el ahorro, algo que dejó de existir hace casi una década.

Según sus estimaciones, es casi imposible continuar con el uso del bolívar ya que, sin importar cuantas reconversiones se lleven a cabo, la moneda carece prácticamente de valor, lo que hace que no tenga sentido tratar de mantenerla. Aun con la posible creación de leyes para la mejora económica, es casi imposible que el bolívar pueda recuperarse.

Es necesario recordar que hasta ahora no se ha planteado la dolarización como una medida capaz de eliminar todos los problemas de la economía actual, sino simplemente como uno de los complementos requeridos en un plan económico con el que se pueda incentivar la inversión, la producción, y el desarrollo social.

La dolarización sigue siendo polémica

Sin embargo, es indudable que la dolarización sigue siendo una medida polémica, principalmente porque muchos aseguran que esta medida no generará confianza por sí sola, y que el verdadero problema de nuestro país es la falta de producción. Los contrarios a la propuesta también afirman que es mejor esperar a contar con ayuda internacional antes de realizar cualquier medida económica realmente significativa.

Coy, como Hanke lo hizo en su momento, afirma que esto no tiene sentido, ya que ningún gobierno o entidad financiera brindará apoyo económico mientras se mantenga el gobierno actual, y aun cuando este sea reemplazado, nada asegura que la ayuda llegue hasta que se tenga alguna suerte de estabilidad que demuestre que Venezuela podrá cumplir con sus compromisos.

Finaliza asegurando que es comprensible que se trate de una medida polémica y que, si bien es cierto que con la misma podrían eliminarse la mayoría de los problemas económicos del país de forma veloz, la realidad es que existen muchas fuerzas políticas que se oponen a tal medida. Aun así queda abierta la pregunta, ¿Acabar con la hiperinflación realmente sería uno de los retos más sencillos para Venezuela?