¿La “constitucionalización” de la nacionalización del petróleo es un dogma?

A pesar de todos los problemas que pueda a travesar Venezuela actualmente, hay una realidad innegable: somos uno de los países con mayor cantidad y variedad de recursos naturales de gran valor, entre ellos, el petróleo. Sin embargo, alrededor de este parece que a lo largo de la historia se han generado mitos, y de acuerdo a algunos, incluso dogmas.

Uno de los más polémicos, y posiblemente dañinos, es el de la “constitucionalización” de la nacionalización petrolera, un evento que se dio en 1999 de la mano del anterior presidente Hugo Chávez, y que habría llevado a que poco a poco disminuyeran las inversiones en el sector.

Este es un argumento que amparan los expertos Andrés Guevara de la Vega y Carlos Bellorín en una guía práctica que han desarrollado.

¿Por qué nace la teoría del dogma?

De acuerdo a los expertos, la nacionalización del petróleo, que se llevó a cabo en el año 1975, llevó un curso estable hasta que se generó el nacimiento del dogma en la Asamblea Constituyente de finales del milenio pasado. Afirman que esta situación no solo fue innecesaria, sino que se planteó de forma confusa en un párrafo de apenas unas líneas dentro de la Exposición de Motivos, una sección que no se encuentra en la mayoría de las constituciones que se comercializan en el país.

“Se le otorga rango constitucional a la nacionalización petrolera, pero al mismo tiempo se establece la posibilidad de continuar en convenios de asociación con el sector privado siempre y cuando sean de interés para el país, y no desnaturalice el espíritu, propósito razón de la nacionalización petrolera”, reza la constitución redactada en aquel año.

La realidad de este párrafo es que nadie ha sido capaz de darle una definición real sino meras interpretaciones, y a pesar de que el debate ha estado activo desde 1999, ninguna de las autoridades responsables se ha encargado de brindar una respuesta concreta sobre el significado de esta exposición de motivos.

El dogma: es un texto contradictorio

De acuerdo a los expertos puede notarse que es un dogma, ya que en la opinión pública siempre se ha manejado a la “constitucionalización” de la nacionalización como un hecho irrevocable, y pocas veces se ha buscado sustentar su veracidad; sin embargo, el mismo es contradictorio en el supuesto apoyo que le da a la nacionalización de 1975, lo que hace que esta "regla" no sea más que una idea infundada en la población.

Un ejemplo de esto es que en la nacionalización petrolera se indicaba que el estado se reservaba de manera absoluta y estricta el derecho sobre todas las actividades de la cadena de hidrocarburos, sin embargo, en la Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH) publicada en el 2001 (y actualizada en el 2006), se le da el derecho a las empresas privadas (nacionales e internacionales) de participar en estas actividades.

No solo eso, sino que la LOH también "permite" que el sector privado pueda trabajar en el sector “Aguas abajo” (refinación, comercio y suministro de crudo y productos refinados y el procesamiento, transporte y mercadeo de gas natural) sin requerir de la participación del estado, lo que en teoría significaría que refinerías o mejoradoras podrían ser dueñas al 100% de estos recursos.

Del mismo modo, esta “constitucionalización” y posterior nacimiento de leyes en el sector de hidrocarburos, crean una franja gris en cuanto a la participación del estado y la empresa privada en la producción del petróleo y las actividades conexas, lo que significa que es prácticamente imposible determinar hasta donde llega la "reserva" de los derechos de explotación de recursos.

El problema de que sea un dogma

Aunque estos puedan parecer temas simbólicos, la realidad es que este aspecto es uno de los principales responsables de la falta de inversión y de la débil reputación de la estatal petrolera, lo que ha llevado que con el pasar de los años la misma haya caído en la debacle que estamos presenciando actualmente.

Esto quiere decir que si en efecto este proceso no fue llevado a cabo con una intención ulterior a la de crear un dogma, debe esclarecerse y eliminarse de la legislación venezolana, con la intención de que los inversionistas extranjeros tengan una mayor seguridad e interés de apoyar la producción de petróleo en Venezuela, sobre todo en un momento tan delicado como el que esta está atravesando actualmente.