Si la tecnología redefine constantemente los procesos e interacciones humanas a nivel global, el mercado laboral venezolano, que no es la excepción, presenta desafíos únicos.
Hablamos de un país que ha sufrido contracciones económicas significativas, pero que manifiesta, aun con todas sus limitaciones, la voluntad permanente de incorporarse a los cambios tecnológicos y digitales del mundo actual. Hay una razón bastante lógica para esto: la transformación digital de las empresas, que en Venezuela ha sido lenta y con avances graduales, propone formas de automatización y reducción de costos que por las vías tradicionales son imposibles de alcanzar.
El mercado laboral no se excluye de esta dinámica. En el caso venezolano, este mercado ha sido notablemente afectado por un entorno económico adverso. La crisis económica, caracterizada por hiperinflación y un colapso en la actividad productiva, ha tenido un impacto directo en la movilidad laboral. La tasa de participación laboral en Venezuela es una de las más bajas de América Latina, con un incremento notable en la informalidad laboral.
Situación actual
Desde 2014, el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela ha disminuido en un 76%, reflejando un deterioro significativo en la estructura sectorial y en el funcionamiento de los mercados laborales. Este contexto ha llevado a que muchas empresas opten por pagar salarios en divisas para mitigar la fuga de talentos, intensificando así el proceso de dolarización de la economía.
La tasa de actividad laboral, que refleja la proporción de personas que trabajan o buscan trabajo, se sitúa en 59.2%, la más baja de la región, lo que sugiere una disminución en la fuerza laboral disponible y una contracción en el número de personas que contribuyen activamente a la economía.
El sector manufacturero, un indicador clave de la salud industrial, opera solo al 18% de su capacidad instalada, y evidencia una significativa subutilización de recursos, además de una limitada producción nacional. Por otro lado, la mayoría de los trabajadores se concentran en el sector de comercio y servicios, con un alto porcentaje de ocupaciones de baja calificación.
En términos de ingresos, el salario promedio en la economía es uno de los más bajos del mundo, y se divide entre aquellos que se consideran oficiales y aquellos que la empresa privada paga para evitar el cese de operaciones o la fuga de talentos. Esto no solo afecta la capacidad adquisitiva de los trabajadores sino que también incide en la toma de decisiones de las empresas en términos de recursos humanos y gestión de talento.
Estos datos muestran el cuadro de un mercado laboral que requiere atención y reformas estructurales para mejorar la situación de empleo y la calidad de vida de los venezolanos. La adopción de nuevas tecnologías y enfoques innovadores de selección de personal, no representan soluciones determinantes, pero resultan necesarias para la optimización de procesos, reducción de costes de reclutamiento de personal, y, sobre todo, de prevención para mitigar las pérdidas asociadas al desempeño de los equipos de trabajo de todo tipo de empresas, negocios o emprendimientos.
Desafíos para las empresas venezolanas a la hora de contratar personal
En principio, los principales desafíos van desde la competitividad hasta la retención de talento, pasando por los riesgos de seguridad empresarial. Como es sabido, la situación económica del país ha llevado a un éxodo masivo de trabajadores calificados, lo cual crea una brecha que dificulta la búsqueda de personas adecuadas para las vacantes disponibles, profundizando considerablemente la empleabilidad efectiva de todos los sectores económicos y regiones.
Uno de los principales retos es la competitividad en el mercado global. Partiendo del hecho de que no todo el talento humano que se necesita se encuentra dentro del país (hay profesionales que son extranjeros o profesionales venezolanos que están en el extranjero), algunas empresas venezolanas se ven en la obligación de competir por el talento internacional. ¿El objetivo? Atraer y retener a los mejores. Pero la tendencia de dolarización de los salarios, que si bien busca proteger el poder adquisitivo de los empleados locales, limita la capacidad de las empresas para ofrecer paquetes de compensación atractivos para el talento internacional.
Otro de los desafíos es la seguridad y prevención de ilícitos ocupacionales. Dada las circunstancias adversas de la economía, sumado a los bajos salarios, la inseguridad o perpetración de delitos dentro de las empresas, por lo general ocasionados por los mismos empleados, representa uno de los principales riesgos de pérdidas financieras o patrimoniales en el sector empresarial venezolano.
Estos ilícitos comprenden los robos hormiga, corrupción, manipulación de facturas o balances financieros, y apropiación indebida de bienes. Por lo general, varios de estos delitos son un lastre silencioso y a veces imperceptible, pero que sumados representan anualmente una pérdida alarmante no solo para Venezuela sino para todos los países del hemisferio. ¿Cómo evitar que los propios empleados no comentan este tipo de ilícitos? Además de la implementación de estrategias en directo, existe la necesidad de aplicar estrategias de selección de personal más eficientes, con nuevas herramientas, que involucre más información para las decisiones de contratación que se tomen.
Decisiones informadas
Este enfoque sistemático y basado en datos permite a las organizaciones venezolanas seleccionar candidatos no solo por sus credenciales, sino también por su potencial para integrarse y contribuir a la cultura y objetivos de la empresa.
Las decisiones de contratación informadas comienzan con una comprensión clara de las necesidades de la organización y la definición de los requisitos del puesto. Incluye no solo las habilidades técnicas necesarias, sino también las competencias blandas, como la capacidad de trabajar en equipo, la adaptabilidad y la inteligencia emocional. Al considerar estos factores, los empleadores pueden identificar trabajadores que cumplan con los requisitos técnicos, pero que también se alineen con los valores y la misión de la empresa.
Además, las decisiones basadas en datos, tanto cuantitativos como cualitativos, implican el uso de herramientas y tecnologías disruptivas para obtener una visión más completa de las personas que aspiran ocupar puestos de trabajo. La idea es tener la capacidad de decidirse por perfiles técnicos, pero también por seres humanos que tengan altos niveles de solvencia moral y ética, con el fin de prevenir fraudes una vez que sean contratados, y mitigar los riesgos de pérdidas materiales y financieras que pueden ser ocasionados por los mismos empleados.
El video curricular: un cambio de paradigma y enfoque
La introducción del video curricular en el proceso de selección de personal representa un cambio de paradigma significativo en el mercado laboral actual. Esta innovadora herramienta está redefiniendo el enfoque tradicional de la contratación, permitiendo a los candidatos expresar su personalidad, habilidades y experiencia de una manera más dinámica y auténtica que un currículum en papel.
Sin duda ofrece una perspectiva más completa del aspirante, más allá de las limitaciones que presenta una hoja de vida impresa o digital. El formato video facilita a los empleadores la observación de tópicos como: comunicación verbal y no verbal, confianza, creatividad, actitud, personalidad, y capacidad de presentación del candidato, aspectos cruciales que a menudo son decisivos en el proceso de selección. Además, proporciona una oportunidad para que los candidatos demuestren su capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y medios de comunicación, una habilidad cada vez más valorada en el mundo laboral moderno.
Yuvi Shmul, CEO y fundador de CazVid, destaca la relevancia de esta herramienta en el contexto actual: "El video curricular no es solo una tendencia, es una respuesta a la necesidad de humanizar y personalizar el proceso de selección. En CazVid, creemos que un video puede transmitir la esencia de un candidato de una manera que un currículum tradicional simplemente no puede". Shmul también señala que el video curricular es particularmente útil para prevenir fraudes ocupacionales, ya que proporciona una capa adicional de verificación de la identidad y las habilidades del candidato.
Este cambio de enfoque también responde a la necesidad de las empresas de tomar decisiones de contratación más informadas y eficientes. En un mercado laboral donde el tiempo y los recursos son valiosos, los videocurrículums ofrecen a los empleadores realizar una preselección más rápida y precisa, identificando a los candidatos que mejor se ajustan a la cultura y necesidades de la empresa antes de la entrevista presencial.
La herramienta establece un nuevo estándar en el campo de RRHH o gestión de capital humano, ofreciendo ventajas tanto para empleadores como para candidatos. Para las empresas venezolanas, adoptar esta herramienta significa avanzar hacia un proceso de contratación más humano, eficiente y alineado con las tendencias globales del mercado laboral, porque no solo modernizan y automatizan algunos procesos de dirección, sino que ofrecen una capa adicional de seguridad en la prevención de fraudes ocupacionales. Representa, sin duda, una oportunidad para fortalecer sus prácticas de contratación y proteger sus intereses a largo plazo, creando nuevos enfoques de evaluación para la toma de decisiones.