La técnica que permite fabricar carteras de bajo costo en Venezuela

La crisis en Venezuela ha hecho que lucir un accesorio, como una cartera se convierta en un verdadero lujo.  Para el momento de esta redacción, los precios de una cartera para dama promedio están entre los 500 y los 8 millones de bolívares.

Esta alza en los precios se acentúa primordialmente en que las piezas que se venden son importadas (pagadas en divisa extranjera) y las que se pueden fabricar en el país requieren a su vez materia prima importada. ¿Cómo abastecer entonces al mercado que no puede cubrir los costos actuales?, la respuesta parece estar en el antiguo arte del origami.

El origami, conocido también como papiroflexia es un arte basado en el plegado de papel sin el uso de tijeras o pegamento y así obtener figuras de formas variadas. La técnica es oriunda de China alrededor del siglo I o II d. C. llegando a Japón en el s. VI, integrándose en la tradición japonesa.

Lo cierto es que, partiendo de la misma técnica de cómo se dobla el papel, se pueden generar interesantes diseños de carteras y otros productos, los cuales pueden incluir material reciclable que bajaría notablemente su costo ahorrando costos de materia prima.

Una de las marcas de lujo más famosas que emplea la técnica del origami es la del diseñador de modas japonés Issey Miyake, quien se caracteriza por emplear paneles triangulares y estructuras moldeadas como parte de su visión arquitectónica.

Nuestro país tiene también su caso de éxito, y es el de Anabel Domínguez, una mujer venezolana que se basó en esta técnica y ya cuenta con diversos diseños de carteras y accesorios de buen acabado, conformados en su mayoría por materiales reciclables.

“Tomé esta iniciativa, primero por situación país, y también porque me fueron motivando mis hijos y varia gente con la que convivo”, contó Domínguez a ÚN.

Dijo que a partir de allí comenzó a investigar y ver tutoriales que le permitieron perfeccionar su técnica hasta contar con los diseños que tiene hoy en día.

Indicó también que actualmente está especializada en este tipo de productos, pero también fabrica pulseras y hasta zarcillos con la técnica del origami con material reciclable, así como para adornos de fiestas, entre otros.

En síntesis, este ejemplo demostraría una atractiva oportunidad de llevar este tipo de accesorios al mercado a precios que permitan competir con los que se hallan actualmente.