El mercado del té que surge en Venezuela

Desde hace muchas décadas, Venezuela siempre ha sido conocida como una tierra enfocada en el consumo de café y chocolate. Se trata de las bebidas calientes más comunes en el país, ya que el clima es idóneo para su siembra, y en base a esto, nos hemos vuelto expertos en su procesamiento.

Sin embargo, la situación actual ha hecho que estos dos productos sean cada vez menos consumidos. En el caso del café, las regulaciones de precio y la caída en la producción de muchas empresas, han llevado a que cada vez sea más difícil conseguirlo. En cuanto al chocolate, los altos costos de producción, y la "desprofesionalización" del sector, hacen que el producto sea más costoso.

En base a esta situación, el mercado de las bebidas calientes ha comenzado a diversificarse, y el té ha sido uno de los grandes beneficiados. Además, al tratarse de una bebida mucho más saludable, y con cualidades que pueden tratar padecimientos específicos, este producto comienza a posicionarse.

Así lo demuestra el nacimiento de varios espacios para la cata y el consumo de té en Venezuela. Similar a lo que ocurre en el mundo de las cervezas artesanales, el té ha comenzado a ganar popularidad en el país gracias a una suerte de procesos artesanales al momento del consumo.

Al igual que con la cerveza, la siembra de muchas especies de planta no se da en nuestro territorio. Lo que hacen estos emprendimientos es importar el producto de países como China, Japón, India, Kenia, Malawi, Corea, entre otros; una vez tienen la materia prima realizan mezclas que se acercan a los gustos variados del venezolano.

Entre estas empresas destacan Caracas Tea Company o Tea Time, de Caracas y Barquisimeto respectivamente, que mezclan el producto con la experiencia que viene con el consumo de té. Estos proyectos buscan plantear una serie de espacios de relajación, similares a los que existen en los principales países consumidores de la bebida.

Varios de estos profesionales del té aseguran que el paladar venezolano, acostumbrado a diferentes mezclas, y moldeado por una cultura de consumo, se ha acostumbrado a los productos de alta calidad, cosa que ha llevado a que la cultura del té se posicione de forma mucho más rápida que otro tipo de mercados.

Así, vemos que no solo surgen las casas de té como espacios para el consumo y el paso del tiempo, sino que estas también se han convertido en educadoras del sector, proporcionando cursos y reconocimientos para aquellos interesados en adentrarse en este mercado, que hasta hace poco estaba prácticamente desatendido.

Según distintos estudios, tan solo en Estados Unidos, el mercado del té ya genera cerca de 43.1 millardos de dólares anuales. Pero no solo en ese país se da un crecimiento, sino que en Latinoamérica también se ve que el consumo comienza a elevarse de forma acelerada, haciendo que en Venezuela también sea ideal emprender en el área.