Cómo el Blockchain puede revolucionar la producción de café venezolano

Recientemente reseñamos que Starbucks, en el contexto del Día Internacional del Café, en vez de hacer lo que suelen hacer las marcas (regalar productos), decidió brindar información para concientizar a los consumidores de café sobre las injusticias que viven los agricultores que surten este mercado.

Aunque no salió mucha información exacta sobre estos mensajes educativos, se sabe que se habló sobre los datos del Banco Mundial en los que explican que la mayoría de estos agricultores apenas logra ganar 2 dólares diarios, aun cuando son los responsables de producir 4 quintos de todo el café que se consume en el mundo.

Durante este esfuerzo por comunicar las injusticias que vive este mercado, la empresa no habló sobre ninguna empresa o tecnología en particular que pueda ayudar a solventar la situación, pero la prensa sí decidió buscar un "campeón" que represente la revolución del sector: Bext360.

El Blockchain en el mercado del café

Según IBM, Blockchain es una tecnología de encriptación y acceso a datos que está volviéndose muy atractiva en la mayoría de los mercados mundiales, desde la música y las artes, hasta bienes raíces, retail, salud, educación, entre muchos otros. Bext360, creado por el emprendedor Daniel Jones, demuestra que se trata de algo también aplicable al mercado del café.

En cuanto a lo que hace la empresa con esta tecnología, ha desarrollado una serie de equipos con los que cada productor puede medir la calidad y cantidad de sus productos. En base a esto obtienen información sobre cuál sería el precio según el mercado, para que de este modo el valor del producto sea acordado entre el distribuidor y el agricultor, empoderando a este último.

Toda la información de la transacción queda registrada en la cadena de bloques, desde quién produce, quién distribuye, y quién lo procesa. Esta información queda de acceso libre para que el consumidor final pueda conocer de forma sencilla, dónde se produce el café que consume.

Esto no es malo para distribuidores o vendedores, ya que la tecnología no elimina a los intermediarios como ellos, sino que le da un valor agregado al actor principal de este mercado: el productor. De este modo, el agricultor tendrá un grano revalorizado que sí puede generarle ingresos suficientes para dedicarse de lleno a su producción.

Se trata de un tipo de tecnología especialmente atractiva para nuestro país, donde los productores (al igual que en el resto del mundo) se ven afectados por condiciones poco favorables, limitaciones en las ganancias, y poco acompañamiento por parte de otros sectores productivos.

Con una empresa de esta naturaleza, el productor venezolano no solo revalorizará su producto, sino que podrá profesionalizar sus procesos para alcanzar un incremento en la calidad de su café. Venezuela siendo uno de los productores de café de calidad más importante de la región, por lo que no debería saltarse una oportunidad así.