Ladrón de ideas versus Emprendedor

Cuando queremos emprender tenemos varias emociones encontradas de manera simultánea, el miedo, la alegría, el entusiasmo, debido a que tenemos demasiadas ideas rondando nuestro pensamiento, tales como: ¿qué voy a ser? Tengo varias ideas pero no me decido por cuál, aunque me identifico con una en específico, no veo claramente.

Allí, en ese proceso, estamos en un momento sumamente importante, porque detrás de esos pensamientos hay una cadena de acciones que debemos tomar, soportadas por una escala de valores.

A que me refiero con esto. No dejemos que la impulsividad nos lleve a cometer errores, a tomar las decisiones rápidamente y a irnos por la solución más sencilla, a ser ladrones de ideas, porque no te sientes con la verdadera capacidad de enfrentar tu verdadero potencial y podemos caer en la simpleza, en el irrespeto a ti mismo y la poca ética de solo mirar a tu lado para hacer lo que los demás hacen.

De igual manera se presenta la situación de acercarte a personas que te gusta lo que hacen para trabajar con ellos y, posterior a eso, robarte las ideas y convertirlas como tuyas.

Así mismo, no permitas lo contrario, que la gente se te acerque a producirte ceguera mental y pases tú a ser el utilizado de tu idea, a beneficio de otras personas, no permitiéndote a ti mismo tomar decisiones de lo que verdaderamente quieres realizar.

¿De qué se trata todo esto del emprendimiento? En primer lugar como toda acción que iniciemos en nuestras vidas debe estar soportada en valores de respeto a ti mismo, de honestidad, de responsabilidad, de originalidad, entre otros, porque estos valores son la columna vertebral, es la base de tu éxito para cualquier cosa que hagas.

Luego, analiza tu entusiasmo: ¿de dónde viene?, ¿qué te gusta?, ¿qué te hace feliz? Conoce tus fortalezas, conoce tus fuerzas, lo que te apasiona, para que luego salir al exterior a testear, a realizar investigación de mercado de la posibilidad de cada una de tus alternativas.

Esto significa que sí tienes que acercarte a gente, esto significa que sí tienes que  invitar a gente, esto significa que sí tienes que aliarte a gente, ver oportunidades de negocio, pero desde la escala de valores, recuérdalo, buscando siempre marcar tu diferencia y tu autenticidad.

Sabemos que al emprender estamos ingresando rápidamente al mundo de los negocios, que es como un virus, que todos queremos padecerlo, pero el hasta dónde estás dispuesto a llegar lo decides tú mismo.

Crea tu propia marca, crea tu propio producto, crea tu propio servicio, el mercado es amplísimo y todos tenemos oportunidad, claro que hay tendencias de mayor impacto y todos queremos estar allí, pero encuentra tu lugar, descubre tu espacio, ya que esto es lo que debes reconocer que te hará sentir muy bien contigo mismo, porque lo logros se alcanzan y luego pasan, pero tu consciencia permanece y continúa contigo.

Te invito a que sigas descubriendo el mundo del emprendimiento, que más que un momento específico en tu vida, sea tu actitud de vida, porque te hace vivir, te hace sentirte vivo, disfrútalo desde la tranquilidad de tu interior y todo te saldrá bien. ¡¡¡Éxito!!! ¡¡¡Sigue adelante sin parar!!!