El Futuro de las Agencias de Viajes de Venezuela
- Escrito por Bernhard Weissenbach
- Publicado en Columnistas
La tecnología y las opciones a través de internet se abrieron camino permitiendo una relación directa entre las empresas de transporte, alojamiento, recreación y alimentos
Hace ya algunos años y como parte de algunos recuerdos de mi niñez, me llegan imágenes entre cortadas de algunas visitas realizadas a agencias de viajes, junto a mis padres. En algunos casos, fui capaz de ver amplias oficinas, nada sencillas, con un personal variado, en espacios que respiraban tranquilidad y en algunos casos cierta opulencia medida.
Las agencias de viajes siempre han tenido muy importante en la industria turística de Venezuela y por supuesto a nivel mundial. Tener la oportunidad como viajero de mantener una relación directa con personas cuyo objetivo principal que brindar su asesoría y sapiencia para que la experiencia de viaje sea la más placentera. De hecho, crecí pensando que quienes dedican su vida a este rubro del sector turístico, se convierten eventualmente en “amigos” con capacidad para resolver cualquier contratiempo.
En los últimos quince años fuimos testigos como cientos de agencias de viajes vivieron momentos de turbulencia muy marcada, lo cual obligo en muchos casos al cierre o fusión de muchas empresas de este tipo. La tecnología y las opciones a través de internet se abrieron camino permitiendo una relación directa entre las empresas de transporte, alojamiento, recreación y alimentos que sirvió para crear un bypass que condenaba la esencia de los agentes de viaje.
Aun cuando ese periodo de tiempo además de la tecnología, el terrorismo era la segunda línea de cambio más trascendental de la industria mundial de viajes, se sumo la incorporación de los Millennials al campo laboral, permitiéndoles tener capacidad de compra bajo una concepción distinta del manejo de relaciones comerciales persona a persona.
En nuestro país, cuna de distorsiones económicas incomprensibles incluso para nosotros los venezolanos, fuimos y somos aun, pero en menor medida, testigos de una explosión de inundo de piratas de viajes, que sin ningún tipo de estructura, conocimiento y pericia se adueñaron prácticamente de la emisión de boletería principalmente a destinos internacionales, compitiendo de manera salvaje con agencias de viajes, por el control y emisión de tickets enmarcados en mafias de boletos aéreos y otros servicios conexos.
Quienes han tenido la capacidad para sortear todo estos males, existe una oportunidad de oro. Incluso hoy día, a pesar de todo, es sorprendente ver como abren sus puestas nuevas agencias de viaje en el país, evidentemente con una amplitud mucho más extensa del concepto inicial de agentes de viaje, los cuales ofertan un abanico de servicios mucho más nutrido que en otras épocas. La oferta de servicios crece aceleradamente, ofreciendo seguros de viaje, servicios exclusivos impensables, servicio de vehículos blindados y escoltas, tarjetas de descuentos, chips telefónicos, seguros para equipajes entre muchos otros.
En definitiva, este sector de nuestra industria, está condenado a mantenerse en constante transformación, ya que las condiciones de juego cambian de manera constante. Por otra parte ese contacto persona a persona, en mi opinión, difícilmente podrá ser superado (o por los momentos), ya que la confianza y los nexos humanos sobre pasan en ocasiones las facilidades o rapidez que ofrecen otros servicios similares.
Entre tanto, los invito a seguir disfrutando de los servicios de los miles de agentes que dedican su tiempo y esfuerzo a brindarnos una asesoría a tempore que en la mayoría de los casos resulta en buen término. Recordemos que son parte fundamental de nuestra experiencia de nuestros viajes, por lo que bien vale la pena reconocer su esfuerzo, sobre todo en un ambiente tan cambiante y sujeto a cambios como el venezolano. Su futura vislumbra continuidad en el tiempo, esto dependerá de su capacidad de adaptación y velocidad de avance.