Explican cómo ha evolucionado el "miedo" del empresario venezolano

Desde hace varios años que Venezuela se ha visto sumida en una crisis que va desde lo económico y lo político, hasta lo social, y que ha tenido como consecuencia que todo lo referente a la empresa privada y el emprendimiento se vea confrontado por diversas (y cada vez más complejas) barreras.

Aunque esta realidad puede parecer sumamente limitante para el venezolano, para el coach y experto en emprendimiento, Ángel Barceló, esto no es del todo cierto, ya que habría una fuerza que estaría impulsando a los emprendedores locales a superarse constantemente, y a adaptarse a la cambiante situación del país.

El miedo que ayuda al empresario

En su libro "La excusa perfecta: La fuerza secreta del éxito", el coach plantea que el miedo es la fuente principal de todas las excusas que las personas puedan tener, pero no sólo de las que las llevan a paralizarse, sino también de las que las incitan a moverse. El miedo en sí mismo no es necesariamente una fuente movilizadora, sino una fuerza que debe racionalizarse y capitalizarse para salir adelante.

El reconocimiento del miedo debe utilizarse con el objetivo de motivarnos a dar los primeros pasos hacia el emprendimiento. Más que ser una excusa con el único objetivo de hacer dinero y salir de la crisis (lo que se traduce en un compromiso a corto plazo), este debe verse como lo que impulsa a construir un plan de vida y de desarrollo empresarial de cara al futuro.

La evolución de este miedo

Barceló afirma que, durante sus recientes encuentros con emprendedores y grandes empresarios venezolanos, ha podido detectar que el miedo ha comenzado a cambiar, ya que antes se veía simplemente como las limitaciones que éstos se imponían a sí mismos, pero que ahora ha mutado para volverse algo más complejo y elaborado.

El nuevo miedo de los venezolanos se traduce en la incertidumbre y la duda, que haría que muchos sientan que no están dadas las condiciones para emprender, aun cuando puedan ver que a su alrededor hay decenas de nuevos empresarios que crean proyectos exitosos basados en el trabajo duro y en el adecuado desarrollo de estrategias.

Explica que dejarse guiar por esta incertidumbre y estas concepciones (que muchos adoptan del ambiente que los rodea) es una falla, ya que, si no se intenta emprender primero, y si no se busca crear o innovar, es imposible determinar que las condiciones no están dadas. Se debe emprender y racionalizar la importancia del viaje que se va a realizar para poder adaptarse al contexto y a las necesidades que surgirán de manera paulatina.

Para Barceló esto debe servir para potenciar "la excusa" que nos lleva a seguir haciendo esfuerzos de emprendimiento en Venezuela, aun cuando se viva una crisis tan aguda como la que tenemos. El país seguiría siendo uno de oportunidades, aun cuando el progreso (termino que asegura debe tratarse con mucho cuidado) de los emprendedores pueda verse comprometido.

Esto no debe verse como algo negativo, sino como una necesidad de que se apoye con más intensidad a la iniciativa emprendedora, y se incremente el sentimiento de unión en este grupo tan particular de nuevos empresarios locales. Afirma que la situación coyuntural nos pone a movernos, y el ambiente de sobrevivencia que vive el empresario obliga a que haya una reinvención constante.

Aunque pueda parecer exhaustivo, es necesario.

Barceló finaliza explicando que los emprendedores, si bien deben trabajar siempre con cautela, nunca deben sentirse limitados por lo que pueda pasar, ya que no importa dónde estemos, o en qué contexto nos encontremos, es imposible que la meta se vea completamente clara, por lo que siempre será necesario intentarlo primero.

“La excusa perfecta: La fuerza secreta del éxito", es un libro en el que Barceló dispone una guía práctica para ayudar a los emprendedores a encontrar (dentro de sí mismos) esa fuerza necesaria para crear un proyecto propio.