La enseñanza de José Antonio Abreu para los emprendedores sociales de Venezuela

Este sábado la música venezolana comenzaba su luto por el fallecimiento de José Antonio Abreu, mayormente conocido por ser uno de los músicos más importantes de la historia reciente nuestro país, no solo por su talento con los instrumentos, sino por su capacidad como emprendedor social en el área.

Abreu, quien era economista de profesión, y llegó incluso a desempeñarse en cargos políticos como diputado y ministro, comenzó una lucha contra el desequilibrio social que existía en el país. De las muchas formas que existían para batallar este problema que no solo afecta a Venezuela, sino a todo el planeta, él eligió la música.

Su proyecto como emprendedor social

Es por eso que a mediados de los 70 inicia un emprendimiento social conocido como el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, un proyecto que funcionó como crisol para sus conocimientos en materia económica, gerencial, pedagógica, y principalmente, artística.

Abreu crea este sistema con la finalidad de lograr unir el desarrollo económico y social de las comunidades de bajos recursos, con la enseñanza de música clásica o histórica de nuestro país. Se fundaron así una serie de conservatorios que no solo proveían de educación gratuita, sino de instrumentos y espacios para la práctica, eliminando el paradigma que afirma que la música es para las elites.

Sin embargo, como lo explicamos al inicio, una de las tareas que Abreu se habría adjudicado, era la creación de un sistema realmente funcional, escalable y replicable, como lo haría cualquier emprendedor que tenga la intención de dejar una huella en el mundo. Así lo hizo.

De esta manera, el sistema de orquestas venezolano ha sido “exportado” y replicado en más de 40 países ubicados en todos los continentes del mundo, incluyendo a Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Sudáfrica, Uganda, Kenia, Corea del Sur, Japón, India, Australia, Nueva Zelanda, y decenas más.

El modelo del sistema de orquestas venezolanos “ha probado ser una alternativa real y sustentable de educación, progreso y paz”, lo que ha logrado que se le condecore con galardones como el Premio Príncipe de Asturias de las artes y el Premio Internacional de música UNESCO.

Abreu, como artífice y principal gestor de este sistema, se enfocó en que este proyecto no solo mejorará las capacidades de desarrollo de los jóvenes venezolanos y de todo el mundo, sino que también apuntaba por mejorar las relaciones familiares de estas personas, y principalmente, ayudarlas a buscar alternativas de crecimiento personal para eliminar la violencia en zonas pobres.

El fallecimiento de Abreu ha significado un golpe para todos aquellos que fueron "criados" por este sistema de orquestas, difuminando las creencias políticas, e inundando los medios de comunicación con mensajes conmemorativos a este innovador emprendedor social venezolano.

Es por eso que la trayectoria de José Antonio Abreu no solo benefició a los músicos de todo el mundo, sino que también dejó muchos conocimientos para los emprendedores venezolanos, que a través del estudio profundo de las estrategias utilizadas para diseñar y gestionar este proyecto pueden tener una visión más amplia sobre lo que significa realmente emprender.