¿Qué oportunidades existen en el negocio de la ciberseguridad en Venezuela?

El trabajo remoto, aunque popular en algunos países desde hace casi una década, se posicionó en nuestro país con la aparición de la pandemia del Covid-19, un fenómeno que fue aprovechado por los cibercriminales, quienes encontraron en los empleados que trabajan desde el hogar a una forma fácil de atacar a las empresas venezolanas.

Así lo asegura Carlos Alberto Morillo, profesor en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y especialista en Design Thinking, quien afirma que las empresas se encuentran en un proceso de cambio que requiere de un ajuste en las políticas de seguridad digital, no solo en cuanto a la adopción de herramientas de protección, sino también en la creación de un perímetro de seguridad integral.

Para Morillo, esta necesidad de cambio estaría trayendo consigo una serie de oportunidades para quienes entiendan exactamente qué es lo que necesitan las empresas locales en materia de ciberseguridad.

Los sectores más afectados y sus consecuencias

De acuerdo a su experiencia en los últimos años, los sectores más susceptibles a ciberataques en nuestro país son aquellos que están compuestos por la prestación de servicios (de todo tipo), el comercio, la manufactura y las finanzas (bancos y aseguradoras).

Del mismo modo, todas las PYMES del país también serían objetivos atractivos para los criminales, así como las empresas públicas, que estarían entre las que más han recibido ataques (desde dentro y fuera del país) en los últimos años.

Explica que el ransomware es una de las modalidades de ataque más comunes en el país debido a la facilidad de infección, con muchas empresas siendo víctimas del secuestro de datos en tiempos recientes.

Mientras que algunas empresas con políticas de respaldo y recuperación de datos han sido capaces de sobrellevar estos ataques sin mayores contratiempos, la mayoría (carente de medidas adecuadas) experimentaron una recuperación lenta, e incluso se vieron obligados a pagar el rescate a sus captores.

Las principales falencias de ciberseguridad

La principal falencia de las empresas venezolanas es que no incluyen la ciberseguridad como un proceso integrado al resto de los procesos de la empresa, siendo un factor fundamental en el diseño del modelo de negocios de cada proyecto. Esto desemboca en la falta de políticas de seguridad informática, o en su creación tardía, lo que incrementa las posibilidades de ser atacados.

En algunos casos incluso es posible encontrar empresas que ni siquiera son conscientes del área de ciberseguridad, lo que las deja completamente expuestas a los cibercriminales. Es posible toparse con un alto grado de obsolescencia tecnológica tanto en empresas privadas como públicas, así como una falta de inversión y talento.

"Una vez que los clientes ejecutan sus iniciativas para asegurar la continuidad operativa, y mejorar sus requerimientos de telecomunicaciones, surge el desconocimiento acerca de cuáles son las mejores políticas de ciberseguridad", destaca Morillo, explicando cómo cada falencia presentada en el sector está intrínsecamente conectada con el resto.

Los retos del sector

Morillo asegura que el mercado está lleno de retos que se traducen en oportunidades, principalmente en áreas enfocadas en la comercialización de soluciones de ciberseguridad y la asesoría especializada. Esto sería una consecuencia directa de la transformación digital y, por ende, de la evolución del cibercrimen.

En conjunto con una estructura digital debilitada que debe ser renovada, y con personal no capacitado para batallar contra las amenazas digitales, también es necesario la inversión en el desarrollo de soluciones híbridas que sirvan para respaldar y proteger la información en caso de ser víctimas de ataques.

Esto debe complementarse con el talento humano y una mayor inversión que permita adoptar nuevas tecnologías, e implementarlas de forma efectiva.

"Varias organizaciones están migrando sus activos tecnológicos a los centros de datos, donde pueden mejorar las telecomunicaciones, reutilizar parte de su infraestructura en ambientes que aseguran la continuidad operativa, renovar o expandirse con recursos en nubes privadas o acceder a nubes públicas, creando así una solución híbrida que satisface las necesidades de esta iniciativa de cambio", asegura.

Finalmente, la falta de consciencia en la gerencia empresarial, en cuanto al peligro que representan las vulnerabilidades que pueden afectar la operación del negocio, así como la reputación de la marca, representan una oportunidad importante para aquellos especialistas que quieran generar ingresos a través de la asesoría y la capacitación empresarial.

El negocio de la ciberseguridad en Venezuela

Alexandro Laurent, fundador de la empresa de consultoría tecnológica GCTV, recuerda que gran parte de las empresas que comercializaban soluciones de ciberseguridad, en conjunto con el personal técnico especializado, abandonaron el país cuando se recrudeció la crisis que vivimos desde hace más de una década.

Esto sería ideal para quienes quieran generar ingresos mediante la distribución de software de ciberseguridad, así como asesoría en la materia. Es por este motivo que GCTV, distribuidor exclusivo de la solución de ciberseguridad rusa, Dr. Web, estaría creando una red de distribuidores para posicionar la marca en Venezuela.

Se trata de una oportunidad con la que la empresa invita a los especialistas en ciberseguridad a formar parte de un entramado empresarial de gran tamaño, capitalizando no solo la comercialización de una solución de seguridad digital de renombre, sino también la capacitación y asesoría a empresas nacionales.