¿Por qué ha bajado el precio del queso en Venezuela?
- Escrito por El Emprendedor
- Publicado en Mercados
La producción ha dejado de ser rentable para muchos ganaderos por los problemas que afrontan en los centros de producción
La situación económica no presenta muchas ventajas para el productor venezolano que debe buscar múltiples alternativas para sortear los obstáculos que se vive en el campo. Desde la falta de servicios públicos, escasez de combustible, agresión a la propiedad privada e inseguridad jurídica son algunos de los retos más importantes y que limitan la producción.
El queso es uno de los productos lácteos más consumidos por el venezolano, aunque en algunas épocas del año se vuelve tan costoso que al ciudadano promedio le cuesta adquirirlo. En los últimos meses el precio del kg de esta proteína ha disminuido significativamente, lo que ha afectado especialmente a los productores que se encuentran en las fincas.
Para conocer más a detalle sobre esta situación El Emprendedor entrevistó a Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) quien comentó lo siguiente: “Eso se debe a que de alguna forma los consumidores venezolanos no tienen el poder adquisitivo para tener un consumo adecuado de los productos lácteos y cárnicos, siendo el motivo por el que vemos tanta oferta en las carnicerías y charcuterías”.
Mencionó que al llegar los meses de lluvia los pastos vuelven a sus niveles óptimos, lo que provoca un excedente en la producción de leche que se ve reflejado en el precio del queso y todos los derivados del lácteo. “Como esta no es una economía normal en la que se establece en base a principios básicos podemos ver como en ocasiones hay un estancamiento de la leche y de la carne y tenemos que buscarle salida a otros países para seguir produciendo alimentos sin sufrir más pérdidas”, explicó.
¿Cuál debería ser el precio de producción de queso en la actualidad?
La economía venezolana presenta un desbarajuste que se ve reflejado en el precio de los productos de fabricación local, siendo en muchas ocasiones más elevados que los importados. Algunos voceros del sector ganadero han recomendado a sus productores elevar el precio del queso a mínimo 2USD para mantener sus estructuras de costos.
Chacín lo señaló de esta manera: “Nosotros no podemos producir un kg de queso en 1.3 USD porque nuestro equilibrio está por los 2.15 USD para poderlo vender. Nosotros notamos como a veces se le presiona al productor agropecuario para bajar los precios por parte de otros comerciantes que se encuentran en la cadena y que tienen costos que están muy por encima de lo que tiene un productor para ordeñar una vaca y poner su queso en el mercado, ya que tenemos unos costos muy por encima de lo que tienen ellos, pero se llevan unas ganancias más altas.
Para conocer más a detalle la situación El Emprendedor entrevistó también a Carlos Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y de la Carne (Invelecar). El gremialista expresó: “El promedio del queso el año pasado tuvo una mejor referencia que en lo que va de 2021, realmente el sector pecuario tiene utilidades nulas desde hace mucho rato y los productores se están descapitalizando. Ni producir queso ni carne es rentable con una leche a 0,12 USD el litro, cundo en el resto del mundo vale 0,38 USD, siendo casi el doble de lo que vale en Venezuela”.
¿Es rentable producir queso en Venezuela?
Muchos emprendedores quieren saber qué tan rentable puede ser la producción primaria de queso para determinar si es un negocio que vale la pena participar en la actualidad. Armando Chacín respondió: “En estos momentos no, sin embargo, nosotros sabemos que son fenómenos climáticos que ocurren ciertos tiempos del año y tratamos de aguantar y aplicar algunas medidas. Los productores agropecuarios nos regimos por la ley de oferta y de demanda, así que si no hay consumo y se mantiene la producción el precio irá a la baja y tenemos que darle salida de alguna manera”.
El gremialista aclaró que muchos productores se mantienen en pie porque ven el sector primario como un modo de vida que viene de generación en generación. Cuando llegan mejores tiempos aprovechan para solucionar problemas que tenían retrasados y reinvierten los excedentes para producir alimentos de calidad para los venezolanos.
Por su parte, Carlos Albornoz señaló: “Creo que cada quien subsiste a su manera. Lo que pasa es que no es igual hacer la comparación del margen de rentabilidad que pueda tener un negocio como el del productor agropecuario, que tiene que cargar de 36 a 48 meses la cría de un toro de 500 kg para que vaya a beneficio, mientras otras usan una intermediación donde le compran al ganadero a menos de dólar el kg en pie, lo venden a exportación, le dejan un 20-25% más económico a Irak para acceder al mercado, pero se quedan con un 15-20% de renta por la intermediación. Ganó, Irak, ganó el intermediario pero perdió el productor agropecuario”.
La importancia de la fiebre aftosa y la producción de carne
El Periódico El Emprendedor entrevistó también a Juan Carlos Montesinos, presidente de la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar (AVAF). El abogado manifestó: “Si tuviésemos libre de fiebre aftosa podríamos exportar lo relacionado a la fabricación de queso y así adquiriríamos un poco más de beneficios, porque ahora con la escasez de combustible la leche ha llegado a un precio de 0,20$ por litro y en muchas ocasiones no te la aceptan porque no tienen como trasladar el queso”.
Explicó que de generar nuevas políticas que recuperen la economía el sector podría ser rentable rápidamente, ya que con la capacidad instalada en la industria láctea que hay en la actualidad no abastece el consumo nacional, algo que aún no se ve reflejado por el bajo consumo producto del poder adquisitivo del venezolano.
“En el caso de la carne, ella siempre ha sido rentable, aunque es cierto que ahora tenemos un precio un poco más bajo que a nivel internacional. Si nosotros mejoráramos las técnicas que hoy en día se usan incluso en países de Latinoamérica podríamos maximizar la producción de carne de bovino y la carne de cerdo. ¿Cómo podemos hacerlo en este momento si no tenemos adónde llevar ese ganado? Esa es la disyuntiva, porque está muy paralizada la venta de ganado”, puntualizó.
¿Exportación como oportunidad de negocios?
Ante esta situación han surgido algunos intentos por exportar ganado en pie a países como Irak, aunque de este proceso no han podido formar parte todos los productores. El presidente de Fedenaga argumentó: “Se hacen esfuerzos sobrehumanos para que esa sobreproducción que en el momento no puede colocarse en el mercado sea llevada a otro país. Sin embargo, al ser Venezuela el único país que no está libre de fiebre aftosa no podemos agarrar el 100% del mercado, que es el potencial que tiene la nación”.
Chacín cree que esto es necesario para que el productor tenga divisas inmediatamente y que puedan ser cambiadas por insumos para seguir trabajando. Indicó además que piensan que esta misma metodología debería ser aplicada con la leche para que el sector cárnico no termine de derrumbarse por el bajo poder adquisitivo del cliente.
Al preguntarle sobre quiénes pueden participar de este proceso respondió: “No todos pueden, hay ciertas clasificaciones que apuntan. El novillo que se está exportando es un novillo completo, mientras que el novillo del occidente del país no puede concursar porque es castrado”.
Por su parte el presidente de la AVAF indicó: “Ninguno de nuestros asociados en la parte ganadera se ha beneficiado con esta medida, que no decimos que sean medidas erróneas, solamente que no sabemos quiénes son los que están exportando ese ganado y a quién se lo están comprando. Nosotros tenemos productores en casi todo el país y no tenemos hasta ahora ninguno que haya podido comprar ganado para exportar”.
Con esta información todo parece indicar que solo el Ejecutivo es el que tiene la última palabra para poder levantar la producción nacional. Gremialistas, especialistas y productores coinciden en el que potencial del país es enorme pero es necesario hacer cambios radicales en las políticas económicas para salir de la crisis actual.
