¿Es factible la digitalización del pasaje del transporte en Venezuela?

La hiperinflación ha hecho que la moneda pierda su valor en el transcurso del tiempo, lo que ha obligado a personas y empresas de buscar nuevas alternativas para que sus ingresos y ahorros no se devalúen. Así es como la dolarización ha llegado a las operaciones diarias, dejando al bolívar en un segundo plano.

Esto ha hecho que el dinero en efectivo sea cada vez más escaso, ya que son pocos los productos pueden ser adquiridos con este método de pago. Este fenómeno ha hecho surgir la idea, desde el gobierno, de la digitalización del pasaje del transporte público como una forma de agilizar los pagos en las unidades y eliminar el estrés de los pasajeros para encontrar efectivo para trasladarse de un sitio a otro.

Sin embargo, este anuncio ha generado muchas dudas. La crisis económica ha hecho que pocos tengan recursos suficientes para tener dispositivos de alta calidad que respondan a los últimos estándares, la conectividad en buena parte del país es baja o nula, además que la flota de autobuses en su mayoría están fuera de su vida útil y no cuentan con la capacidad de instalar nuevas tecnologías.

¿Es posible en Venezuela?

La principal duda de digitalizar el pasaje es que el gobierno pueda sostener toda la logística e inversión que requiere este proyecto. Los trabajadores y miembros de las diferentes organizaciones de transporte tienen estas dudas, cuestionando la velocidad con la que se efectúen los pagos una vez que estén en el sistema, ya que con la hiperinflación si los ingresos no llegan el mismo día el transportista podría perder hasta el 10% de lo hecho la jornada anterior.

Las fallas de energía eléctrica en el interior del país, señales de comunicaciones inestables y lentitud en la conexión a internet son otros de los retos que están en el contexto y que dificulta una implementación al 100% de la digitalización del pasaje urbano.

Aplicación en la Gran Caracas

A pesar de que el 1 de enero el Ejecutivo anunció el plan de digitalización del transporte público, en la gran Caracas ya se venían dando los pasos para simplificar el pago el pasaje y así reducir el impacto de la escasez de efectivo.

En Guarenas se implementó un sistema denominado SubeT creado por el Ministerio de Transporte y en el cual se utiliza una tarjeta recargable tanto en puntos de venta como por pago móvil. Los usuarios pueden recargarlo a partir de 1 millón de bolívares y pasan la tarjeta en el equipo que dispone el transportista.

El mismo proyecto se está ejecutando en los altos mirandinos gracias a una asociación entre la gobernación del Estado Miranda y la entidad Mi Banco. El cobro será pasado por un punto de venta que no requiere de conexión a internet y se hace efectivo en poco tiempo.  

Mientras que los transportistas se están registrando en el banco para poder recibir el financiamiento para adquirir los equipos, los pasajeros ya cuentan con la posibilidad de recargar saldo en los kioscos autorizados bien sea por pago móvil o transferencias bancarias.

El Metro de Caracas también digitalizará el pago de sus tarifas, según el anuncio hecho por el gobierno nacional. El sistema contará con tarjetas inteligentes que serán comercializadas en los kioscos adyacentes a las estaciones del metro y podrán ser utilizados tanto en los trenes subterráneos como en las unidades superficiales.

Con la escasez del dinero en efectivo una digitalización podría ser la solución a uno de los problemas que más ha afectado al ciudadano común desde hace la llegada de la hiperinflación.

La improvisación es lo que ha hecho que se pausen proyectos como el subsidio al pasaje estudiantil y las tarjetas inteligentes que ya existían en zonas del interior del país y la gran Caracas.  Esto es lo que tendría que evitarse para que el problema sea solucionado de raíz, dando paso a una nueva era en la que la digitalización forma parte del día a día de las personas.