Caficultores cambian de rubro y el mercado del café se tambalea

Desde el 2018 se ha visto una baja en los precios del café, el costo de la libra era de  115,60 centavos de dólar, en cambio, hoy en día se ubica en unos 93 centavos por libra, de acuerdo a comerciantes colombianos. Dicho valor no se veía desde hace 13 años.

Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, afirma que esta baja es producto del "mal manejo" de las relaciones comerciales que mantienen las  grandes empresas que intervienen en los mercados de alta demanda cafetalera.

Sin embargo,  la demanda del  café no ha bajado, al contrario, sigue subiendo y así es como el precio final ofrecido al consumidor final también lo hace.

El precio se maneja desde la bolsa de valores

Otra de las causas de la baja de precios, es que Brasil, representante de una cuarta parte de la producción mundial de café, ha pasado por eventos políticos que han ocasionado una devaluación de la moneda. La comercialización del café es en dólares, por ende una moneda brasileña baja, propicia  que los productores y exportadores locales ofrezcan precios más bajos cuando venden sus granos en el extranjero.

También, los precios de referencia del café son calculados en la Bolsa de Valores de New York, es decir que son cotizados al cierre del día, junto a otros factores como la tasa cambiaria.

Productores incursionan en otros rubros

En New York, se paga hasta 5$ por una taza de café, de ese precio solo llegan 3 centavos o menos al productor. La Federación de Cafeteros de Colombia, se encuentra estudiando la posibilidad de retirar el café de la Bolsa de Valores de New York y fijar un precio autónomo  para cubrir los costos de producción, con esto, también buscan tener un margen de rentabilidad aceptable.

Entre tanto, los productores se han visto en la necesidad de trasladarse a otras ramas de producción agrícola, como es el de la coca. Colombia es el primer país productor de coca del mundo, en los últimos años ha incrementado su producción como nunca antes.

Los productores peruanos igualmente están cambiándose a la producción de coca, como lo declaró a través de la Junta Nacional del Café del Perú.

Al haber mucho café disponible, el precio disminuirá, incrementando así la demanda. Es decir que, aunque haya más oferta de café que demanda, a medida que el precio baje, más personas querrán lucrarse con el negocio. En conclusión, el precio dejará de bajar cuando haya un acuerdo en comprar exactamente la cantidad ofertada.

Caficultores emigran

Los productores, y no productores, venezolanos han emigrado con mayor fuerza desde el 2017 a Risaralda, Colombia. Algunos se han convertido en caficultores al llegar, otros ya lo eran.

En las fincas cafetaleras colombianas se trabaja a destajo, que consiste en que por cada kilo recogido, los empleadores pagan entre 450 y 500 pesos.

Las cifras que ha publicado el comité Departamental de Cafeteros en Risalda, demuestran que para el 2017 habían 90 venezolanos registrados trabajando como caficultores.  Los cafetaleros venezolanos, producen buen café, pero a pesar de que en el pasado Venezuela fue uno de los primeros países productores de café, hoy está lejos de serlo.

La idea de fomentar la producción, y decantarse por la opción  que ha planteado La Federación de Cafeteros de Colombia, de establecer los precios, independientemente de la Bolsa de Valores, es una medida que podría traer ganancias rentables.