¿Qué puede aprender el empresariado venezolano del apagón nacional?

Hace poco más de una semana que se vivió el apagón más fuerte en la historia de Venezuela, caracterizado principalmente por la caída del servicio eléctrico en 22 estados del país y, por ende, de la mayoría de los servicios que se requieren para llevar a cabo un desempeño empresarial "normal".

A pesar de que fue un fenómeno de magnitud superlativa, la realidad es que gran parte de las consecuencias a nivel empresarial parecen obedecer también a una falta de preparación por parte de los actores que hacen vida en el país. Es por eso que parece un buen momento para recapitular y comprender qué puede aprenderse de esta situación.

1. Mejorar manejo de divisas

Lo primero que puede aprender el empresariado venezolano sobre la situación es que la moneda local comienza a caer en desuso y, aunque se asegura que la dolarización total es casi imposible, es necesario estar preparados para poder tener un manejo adecuado de las cotizaciones en divisas, siempre estando en dentro de lo que indica la ley.

Esto no quiere decir únicamente que debemos aceptar diferentes divisas para poder satisfacer al consumidor, sino que toda nuestra estructura comercial debe estar desarrollada tomando en cuenta este tipo de pagos. Implica que debemos estar conscientes de los costos y las plataformas a utilizar estas monedas en momentos de contingencia.

2. Previsión en servicios básicos

Claramente uno de los mayores problemas a los que se enfrentó el empresariado venezolano fue la falta de energía eléctrica, fenómeno que se vio acrecentado en intensidad debido a la falta de plantas eléctricas de emergencia en el país. Si bien en la actualidad puede que estos equipos sean inasequibles para gran parte de la población, la realidad es que el parque empresarial venezolano ya tuvo varios años para prepararse.

Ya en el 2017 este medio reseñaba como el suministro de energía eléctrica se estaba convirtiendo en un problema continuo tanto para grandes empresas, como para medianas y pequeñas industrias. Sin embargo, al parecer las advertencias tuvieron poco efecto en la población, ya que el apagón "agarró desprevenidos" a cientos de empresas en todo el país.

Esto no debe repetirse, principalmente porque existen altas probabilidades de que veamos apagones de tamaño similar en el futuro, de acuerdo a expertos.

3. Solidaridad con el consumidor

Finalmente, lo último que pueden aprender los empresarios venezolanos sobre el mayor apagón en la historia del país es que debe incrementarse la solidaridad para con los consumidores. No solo se vieron casos de prácticas poco éticas por parte de comerciantes informales que aprovecharon la situación para incrementar exponencialmente el precio de bienes y servicios, sino también de empresas que se despojaron por completo de sus responsabilidades excusándose en la situación.

Deben surgir más casos de solidaridad con los consumidores ya que al final del día son estos los que reciben todo el peso de la situación. A pesar de todo, lograron verse varios casos de liderazgo y empatía empresarial con muchos actores del mercado venezolano brindando servicios gratuitos y facilitando herramientas para que los ciudadanos pudieran sobrellevar lo ocurrido.