¿Es tarde para "reactivar" el mercado de los alquileres?

Hace casi una década que en nuestro país se publicó la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda, un cuerpo legal que habría dado inicio a uno de los periodos más complejos en materia legal al momento de alquilar un espacio de vivienda, creando garantías que no solo afectan a dueños de inmuebles en cuanto a su derecho como propietarios, sino incluso limitando los precios a los que se puede alquilar un inmueble.

Sin embargo, con la actual crisis económica, y una caída del sector construcción de más del 53%, la necesidad de espacios de vivienda ha comenzado a convertirse en una verdadera traba para quienes desean mejorar su estilo de vida. Esto es algo que el gobierno nacional aparentemente no podría manejar, y por lo que estaría tratando de imponer un cambio.

Cambio del marco legal

Así se dejó ver recientemente cuando Ildemaro Villarroel, ministro Hábitat y Vivienda, cuando anunció que la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda (Sunavi) estaría en camino a presentar un plan con el que buscan "reactivar el mercado del alquiler". El mismo vendría acompañado de la migración de más de 2 millones de venezolanos, y uno de los periodos de desocupación más importantes de la historia del país.

Villarroel no dio información específica sobre lo que se estará realizando de cara al nuevo año, sin embargo, aseguro que se llevaron a cabo “los consensos adecuados para que ese sector sea un tributante del bienestar de las viviendas de aquellos que lo necesitan”. Aunque las declaraciones sean tomadas con recelo (debido a que con cada mes se siguen intensificando los controles en el país), dejan entender que esta situación ya no podría ser ignorada.

¿Es muy tarde?

Sin embargo, esto da lugar a una serie de dudas, principalmente si ya es demasiado tarde para tratar de dar un "golpe de timón" que realmente pueda favorecer el mercado de los alquileres. Eso se debe a que desde que fue anunciada la nueva ley a inicios de la década, los expertos afirmaban que la misma sería contraproducente para el desempeño del sector.

Con el pasar de los años se demostró que estos últimos no se equivocaban ya que, de acuerdo a expertos consultados por este medio, el mercado de los alquileres estaría prácticamente muerto, no porque no exista esta actividad comercial, sino porque la misma se realizaría al margen de la ley con el objetivo de que pueda ser rentable y positiva para las partes involucradas.

A pesar de que la oferta de espacios de alquiler sea cada vez mayor gracias a la diáspora venezolana, la realidad es que las condiciones impuestas por la ley, así como los precios fijados por el gobierno, harían que acudir a entidades oficiales para formalizar esta transacción sea algo poco realista, con medios reconocidos afirmando incluso que quienes dejan sus apartamentos lo hacen en secreto con el fin de evitar problemas legales o invasiones.

La situación sería similar a la que vive el mercado de las divisas o los alimentos donde, mientras no haya una liberación total de los precios (y donde las condiciones sean coordinadas únicamente entre propietario y beneficiario), es poco probable que las nuevas leyes realmente tengan un efecto positivo en la economía y la situación de crisis generalizada que atraviesa la población.

Aunque sea complejo determinar si realmente una serie de cambios aplicados por el gobierno podría realmente reactivar el mercado de los alquileres en el país, la realidad es que todo parece indicar que mientras no se haga de la manera “adecuada”, este negocio seguirá manteniéndose en el anonimato.