¿Es necesario desarrollar regulaciones para el mercado Fintech?

Desde hace un tiempo que, con el desarrollo de nuevas tecnologías, el mercado financiero ha comenzado a quedarse atrás en cuanto a las necesidades de los consumidores, y han dado paso al denominado Fintech. Venezuela es un ejemplo de esto, ya que desde que se ven problemas en el sistema financiero (escasez de efectivo, disminución en los métodos de pago, incapacidad de la banca para adaptarse a la crisis), cada vez surgen más alternativas que buscan capitalizar a la población insatisfecha.

Sin embargo, el surgimiento de estas empresas a nivel global ha sido tan alto, que cada vez se discute más sobre qué tipo de regulaciones deben ser aplicadas para lograr que las mismas se atengan a ciertas leyes, y cómo deben aplicarse para no solo satisfacer a los consumidores, sino también para lograr una competencia justa.

Caso reciente: México

Como lo explicamos hace unos meses, México aprobó la primera ley Fintech de la región, y a pesar de que la misma ha sido bien vista por legisladores y consumidores, los empresarios no se han sentido tan a gusto con las nuevas limitaciones legales. La revisión se ha dado de la mano de varias empresas y representantes del sector, y han asegurado que la ley no es del todo adecuada.

Recientemente, se lanzó el primer bloque de leyes secundarias, que estaría teniendo influencia directa en áreas como el financiamiento colectivo, las criptomonedas, el uso de nuevas tecnologías para la captación de clientes, entre otras. Si bien es cierto que se trata de un cuerpo de leyes desarrollado en consenso, ha traído ciertas polémicas.

¿Leyes que generan desventajas?

Lo más notable de esta ley, de acuerdo a representantes del sector Fintech, es que la misma generaría desventajas, no solo ante la banca tradicional, sino también de cara a la entrada de grandes competidores. Un ejemplo de esto es el Crowdfunding, cuyas plataformas requieren de un capital mínimo de 3 millones de peso, mientras que en la mayoría de los países el monto es de menos de la mitad, o incluso puede no existir.

Sin embargo, esto no solo afecta al emprendedor Fintech, sino también a la banca que trabaja de la mano con este tipo de empresas ya que, por ejemplo, este nuevo bloque de leyes también crea una distinción entre los requisitos para abrir una cuenta formal, y un monedero virtual, haciendo que captar clientes sea mucho más sencillo para empresas como Amazon, Facebook y Google (la "gran amenaza" del sector), que para las entidades financieras locales.

¿Beneficio o daño a largo plazo?

Aunque muchos aseguren que la creación de cuerpos de leyes que regulen directamente los mercados más novedosos pueda ser algo positivo, principalmente porque le brindan una confianza mayor tanto a consumidores como proveedores, y otros posibles aliados, las declaraciones de los representantes del sector dan a entender que puede generarse un daño a largo plazo.

Lo que estos argumentan es que poco a poco la competencia será tan injusta que no existirá ningún atractivo para emprender en el sector, lo que no solo llevaría a que el mismo se vuelva estático, sino que limitaría los beneficios que obtienen los consumidores de cara a las innovaciones tecnológicas.

Si bien es cierto que dependiendo el contexto (y el papel del gobierno en el desarrollo de políticas públicas efectivas) se determinará cuáles son las regulaciones a las que debe atenerse un mercado, la realidad es que todo parece indicar que todavía no se tienen suficientes datos prácticos para imponer regulaciones ante las nuevas alternativas que surgen en el mercado financiero.