¿Sería beneficiosa la internacionalización de los precios de la gasolina?

Desde hace varios años que en nuestro país hay un tema que ronda la opinión pública, pero que hasta ahora no ha recibido ninguna respuesta: ¿deberían incrementarse los precios de la gasolina?

Aunque en el 2016 se haya realizado un incremento de 6.000% al precio de uno de los bienes más preciados en todo el planeta, la realidad es que el mismo no tuvo más que un impacto emocional en los consumidores ya que, para la época, llenar un tanque de gasolina con 300 bolívares fuertes no significaba una gran inversión.

Un tema en el que la mayoría concuerda

Sin embargo, a pesar de tratarse de un tema polémico, la realidad es que el aumento de los precios de la gasolina es una medida que se ha venido discutiendo desde hace casi una década, y que en la mayoría de los casos (sobre todo en los años recientes) ha sido apoyada por personalidades en ambos bandos de la política.

El caso más reciente fue el del miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales del PSUV, Roy Daza, quien exhortó al gobierno a tomar medidas correctivas en el sector de la gasolina venezolana. De acuerdo a Daza, el precio de la gasolina debe adaptarse al valor internacional, ya que en la actualidad el mismo no sirve ni siquiera para cubrir la distribución.

No debe olvidarse que Venezuela es el país con la gasolina más barata del planeta (y con uno de los consumos más altos), ubicándose muy por debajo de grandes productores en el área como Arabia Saudita. El precio actual estaría rondando los 0,01 dólares por litro, cifra que podría volverse aún más baja en los próximos años. Si se toma en cuenta el cambio del mercado negro, la gasolina podría costar incluso 0,0000025 dólares por litro.

La propuesta de Daza implicaría que el precio se aumente a la media global, que en el caso de los países productores de petróleo estaría entre 2 y 3 dólares por litro, un incremento significativo en comparación al precio actual. Aunque parezca una medida brusca, no traería más que efectos positivos.

Los beneficios para la economía

El primer beneficio que traería esta medida sería la disminución del contrabando de gasolina hacia los países vecinos, que le cuesta más de 20 millardos de dólares a la economía venezolana. Se trata de una situación real aunque muchos no lo crean ya que, tanto en Colombia como en Brasil, la gasolina supera los 3 dólares por litro, lo que hace que la reventa de nuestro producto sea sumamente rentable.

Similar a lo que ocurre con la industria petrolera, donde la aparente falta de medidas ha hecho que Venezuela pierda sus fuentes de ingresos más importantes, la falta de una internacionalización en los precios de la gasolina es una de las razones por las que es imposible el pago de la deuda.

Del mismo modo, una medida de esta naturaleza también implicaría una mejora en la calidad del servicio que prestan las estaciones de bombeo, no solo en cuanto a la estética del establecimiento, sino también en la disposición de una cartera de productos y servicios mayor, y una posible mejora en el abastecimiento de cada estación.

Así podemos ver que, aunque pueda tratarse de un "golpe" a los bolsillos del venezolano, el incremento de los precios de la gasolina no traería más que beneficios para la economía nacional a mediano y largo plazo. El mantenimiento de medidas de subsidio, como existen en la electricidad, las telecomunicaciones, e incluso el transporte público, no harían más que limitar el potencial del país.