E-commerce no logró superar al comercio tradicional en este 2017

En los últimos años se ha asegurado que el comercio tradicional está en extinción, y que en poco tiempo el e-commerce hará que sea inútil tener una tienda física. A pesar de que, en efecto, el comercio electrónico sea cada vez más popular, y que muchos minoristas estadounidense hayan cerrado sus tiendas, el dominio todavía no ha cambiado de manos.

Así lo asegura una serie de datos recopilados por la compañía japonesa de tecnología y telecomunicaciones, NEC, donde demuestran que, a pesar de los avances tecnológicos, los consumidores todavía prefieren (y por mucho) visitar un establecimiento físico, siempre y cuando se tengan las condiciones adecuadas.

Según sus datos, el e-commerce movió cerca de 377 millones de dólares en el 2016, mientras que el comercio tradicional registró cerca de 3,7 millardos de dólares, una diferencia abismal. Si bien es cierto que el comercio electrónico vivió un auge inesperado en este 2017, no parece que sea suficiente para acortar demasiado la brecha.

Del mismo modo, según NEC, cerca del 41% de los consumidores globales compran al menos una vez a la semana en un establecimiento físico, asegurando no solo la continuidad del modelo tradicional, sino demostrando que existe una recurrencia en la compra de la que muchos no hablan.

Y esto no es algo que se vea únicamente en Estado Unidos, ya que como lo reseñamos recientemente, Latinoamérica no se está adaptando del todo al comercio electrónico, lo que ha llevado a un crecimiento inesperado en el número de centros comerciales y tiendas minoristas, demostrando así que hay una gran oportunidad de negocios, incluso en nuestro país.

Limitaciones a superar en el caso de Venezuela

Aunque actualmente nuestro país se vea sumido en una crisis económica sin precedentes, los niveles de consumo (sobre todo en la clase media alta) sigue manteniéndose de forma estable, lo que indica que el comercio tradicional todavía tiene grandes posibilidades de mantenerse como el método de comprar por excelencia.

Si bien es cierto que el comercio electrónico en nuestro país ha crecido de forma exponencial, no lo ha hecho simplemente por lo innovador de la tecnología, sino por una serie de limitaciones que están haciendo que visitar un establecimiento físico, para realizar compras, sea menos atractivo.

Principalmente podemos detectar los problemas para concretar pagos, ya que muchos locales comerciales no tienen puntos de venta u otros métodos de pago electrónicos, obligando al uso de efectivo y haciendo que (en conjunto con el veloz aumento en los precios) al cliente le sea casi imposible pagar.

Es por eso que las marcas y tienda venezolanas que quieran seguir vendiendo a través de una tienda física, incentiven el uso de pagos electrónicos, o busquen métodos de pago alternativos (como alquilar puntos de venta, etc.). Es importante que, aunque se lleve a cabo este tipo de estrategias, siempre deben complementarse con presencia online.

Aunque nuestro país atraviese un periodo de dificultad, hacer negocios todavía es posible siempre y cuando se tengan las condiciones adecuadas, y se desarrollen las estrategias necesarias para adaptarse a las constantes “amenazas” que surgen en todo en el entorno.