El nuevo precio que generó dudas sobre los productos acordados

Esta semana se lanzó de forma oficial la lista de productos con precios acordados entre el gobierno, productores y sociedades de consumidores. Debido al veloz incremento en los precios que se presentó en el último mes, se esperaba que los precios finales fueran muy diferentes a los que se especularon inicialmente, sin embargo no fue así.

Eso se debe a que los nuevos precios, a pesar de ser mucho más altos que las regulaciones anteriores, todavía no se acercan (por un amplio trecho) a los precios que se han venido manejando en el mercado desde hace más de 3 meses, lo que hace que la medida parezca completamente desfasada.

Sin embargo, hubo un producto que hizo que todo este nuevo esquema de control se viera desbalanceado y con poco nivel de planificación. Este es el del pescado, que se encuentra muy por debajo del precio de la carne, el pollo, y prácticamente cualquier producto en la lista.

Se trata de algo curioso, ya que desde que comenzó a empeorar la crisis hace más de 3 años, los precios del pescado siempre se habían mantenido exponencialmente más alto que el del resto de los productos alimenticios. Según la nueva lista, estos son la sardina en 2.000 bolívares, Cojinúa en 14.196, y Corocoro en 14.796 bolívares; mientras que el pollo no baja de los 20 mil bolívares.

Tan solo el precio del pollo ya parece demasiado bajo en comparación a su precio de venta en la mayoría de los establecimientos comerciales, por lo que un producto alimenticio que cueste apenas 2 mil bolívares por kilogramo parece ser algo que carece de sentido en la economía actual.

Además, estos precios asignados supuestamente en acuerdo entre productores, vendedores y entes gubernamentales, tienen a su alrededor todas las variables necesarias para repetir lo que se dio hace menos de un mes con la carne de res, que de cara a una imposición de precios demasiado baja, hizo que desapareciera casi por completo el producto.

Resulta curioso cómo a pesar de la situación actual, las medidas no cambian en nada, aun cuando hace menos de 1 mes se tuvo un ejemplo claro de lo que podría ocurrir. Esto es fácil de ver, ya que los productores con los que se habrían acordado los precios, ya indican que en apenas unas semanas se debe hacer un reajuste.

Aprobar la imposición de estos precios tan poco representativos en 50 productos distintos parece que podría ser mucho más peligroso que beneficioso, ya que en esta no solo se incluyen productos alimenticios, sino de limpieza, consumo no masivo, e insumos para la producción a pequeña escala.

Otros precios que serían "poco representativos" incluyen: Arroz blanco tipo I en 15.560 bolívares, Arroz blanco tipo II en 13.709 y Arroz blanco tipo III en 12.537; Café molido Premium en 30.890 bolívares; Azúcar refinada en 18.785 bolívares; crema dental en 3.799 bolívares, pasta en 14.852 bolívares.

Por su parte, los economistas y empresarios de los distintos mercados que hacen vida en el país aseguraron que esta medida, que se supone debía adaptarse más a la realidad económica nacional, solo servirá para incrementar de forma veloz la escasez y la inflación.