Agricultores chinos tienen un nuevo método para capitalizar sus tierras

Ya han pasado casi 40 años desde que Deng Xiaoping decidió eliminar la "colectivización rural" aplicada por Mao Zedong, un experimento fallido que llevó a que la mayor parte de las granjas del país comenzarán a generar más deudas que ganancias, y se volvieran un dolor de cabeza para sus dueños.

Con una China cada vez más cercana a un régimen hibrido, donde se favorece lo social y lo capital de igual forma, los terrenos y granjas vuelven a ser una inversión atractiva, tanto para sus dueños como para las grandes empresas. Esto se debe a una reforma iniciada hace media década.

Luego de la llegada de Xi Jinping al poder en el país asiático, comenzaron una serie de reformas agrarias en las que se les permitía a agricultores selectos la posibilidad de alquilar sus tierras. La única condición que estos tenían era que quien se asentara en el terreno también fuese de este mercado.

Fue la primera vez en 60 años que el país "comunista" les permitía a sus ciudadanos la posibilidad de rentar o alquilar un terreno propio a favor de que alguien le diera un uso mucho más importante. Esto se debía a que muchos granjeros no estaban capacitados para gestionar un terreno y generarle beneficios reales al país.

De este modo, en el condado de Sihong, el programa piloto fue considerado un éxito, y en noviembre del año pasado, los legisladores del país dieron luz verde a la aplicación de este plan en todo el territorio nacional. Estas tierras, aun propiedad del estado, ahora pueden generar ingresos mucho mayores.

Esta medida nació luego de que China declarara que las granjas, uno de los símbolos más importantes de la producción del país asiático, se estaban volviendo una carga para la economía nacional por los bajos ingresos que generaba, por lo que el gobierno decidió tomar cartas en el asunto.

Según reportes, las empresas que se asentaban en los terrenos alquilados generaban múltiples beneficios explotando la tierra en su máxima capacidad, a la vez que los dueños de las mismas prácticamente duplicaban sus ingresos mensuales gracias al trabajo de las grandes compañías.

Así, no solo se descubrió un potencial escondido en los terrenos del país, sino que el poder adquisitivo de la población se volvió mucho mayor que el de gran parte del mundo. Según Liang Hong, Economista en Jefe de China International Capital, son casi 400 millones de personas con ingresos superiores a los del resto del mundo.

Aunque se trate de una iniciativa nueva, y de poco conocimiento sobre su aplicación en el resto del país (o las demás leyes que la limiten), es muy atractiva ya que cerca de 230 millones de hogares se ubican en espacios rurales, lo que significa que la producción nacional puede incrementarse de forma exponencial, al igual que los ingresos Per Cápita.