El snack que está siendo tendencia de consumo popular en Caracas

Algo está cambiando en el entorno caraqueño. Es por ello que enfocamos el siguiente reportaje desde el punto de vista del comportamiento de consumo actual capitalino.

Desde hace aproximadamente unos seis meses se ha venido incrementando la cantidad de vendedores ambulantes de tostones, sobre todo en las zonas de Plaza Venezuela y Sabana Grande. Sin embargo, lo pintoresco del asunto es que no son el típico tostón playero sino “de bolsita”, el cual acompañan con todo un repertorio de salsas cual carrito de perros calientes (hot dogs) se tratase.

¿De dónde salió esto?

El equipo de prensa del periódico El Emprendedor realizó un recorrido por los lugares mencionados para averiguar de qué se trata este nuevo fenómeno, donde conversamos con varios vendedores, de los cuales muchos quisieron permanecer en el anonimato.

En nuestra primera parada nos topamos con una mujer de unos 35 años quien lleva algunos meses trabajando con el popular tostón. Al preguntarle cómo surgió esto de los “tostones con salsa” comentó que inicialmente se vendían los tostones solos, luego alguien comenzó a incluir sal y adobo, posteriormente a otro se le ocurrió incluir salsa de tomate “y de allí en adelante los mismos clientes son los que han pedido que traigamos esto o aquello”.

Sal, adobo, limón, kétchup, barbecue, salsa de maíz, salsa de queso, tocineta, picante, queso propiamente dicho y algunos más arriesgados tenían hasta vinagre, como parte de lo que observamos en nuestro recorrido.

¿Por qué se vende?

Al conversar con la vendedora ésta dijo que el producto, más que como snack, es consumido mayormente como alimento. “Hay gente que no tiene para gastarse cinco mil bolívares mínimo en un almuerzo y con esto resuelven”, dice, a la vez que agrega que el mediodía es la hora en la que acuden más personas a comprarle, llegando a vender hasta 120 unidades por día.

El costo promedio de estos tostones “recargados” va desde Bs. 1000 a 1200 bolívares, ellos dicen conseguirlos al por mayor en la zona de Bellas Artes entre 700 y 800 bolívares la bolsita.

Seguimos caminando, cuantificando un promedio de 6 “tostoneros” por cuadra hasta que nos topamos con Javier Hernández, joven que gentilmente nos dejó observar cómo los preparaba, mientras que nos contaba su rutina.

“Aquí hay que traer lo que la gente pide. Si ellos ven que tienes más variedad que la competencia te compran a ti, porque la gente come con la vista. Yo varío las salsas para no traer las mismas todos los días” agrega el joven.

Hasta 180 unidades por día

Hernández, como nos dijo que se llama, comentó que casi siempre hace hasta dos viajes al día y que inclusive ya tiene clientes fijos de las oficinas adyacentes, quienes le compran por encargo.

“Hay quienes los piden para comer aquí, otros para llevárselos a la playa porque allá son más caros y mucha gente de los Valles del Tuy también compra para comérselos en el camino, mientras llegan a su casa”. Javier indicó que puede llegar a vender hasta 180 unidades por día.

Lo anterior refleja una fotografía actual de un nuevo patrón de consumo en Caracas y parte de Miranda, así como del posicionamiento del tostón como producto de mercado y también de “resuelve” de muchos venezolanos producto de la crisis económica en Venezuela.