El mito de los impuestos en el espíritu emprendedor

El trago más amargo para cualquier emprendedor, es el de los impuestos y terminamos convirtiéndolos en un enemigo, más que en una palanca sobre la cual impulsarnos.

Dada la negación personal con respecto a los impuestos, muchos emprendedores deciden arrancar sus emprendimientos muy "de a poquito” o sin ambicionar mucho, para no llamar la atención del fisco. La paradoja que luego observo, es que las grandes empresas son cabales en el pago de sus impuestos y aun así crecen, recaudan fondos para expandirse y son altamente exitosas. Entonces, ¿Los impuestos son un enemigo empresarial, o un monstruo que los emprendedores se crean para no avanzar?

Como es bien sabido, los impuestos son el alimento de los gobiernos, y para ello crean sofisticados procesos con la esperanza de que te equivoques, y así puedan recibir más por penalizaciones. Una prueba de ello es el hecho de que el IRS (el sistema de recaudación de impuestos de Estados Unidos) no acepte cambios en sus planillas de declaración, aun sabiendo de estudios que demuestran que esto contribuiría a reducir declaraciones falsas o evasiones.

Pero a pesar de los obstáculos que existen en el sistema fiscal, muchos emprendedores sólo conocen una vía: Evadir. Sencillamente ignoran que hay opciones más inteligentes y éticas para poder vivir en armonía con el gobierno de su país. Aquí revisamos los 3 comportamientos fiscales de los empresarios, y la relación con su éxito:

1. Evasión Fiscal: Este es el comportamiento de quienes sencillamente no quieren interactuar con el sistema fiscal, de aquellos que creen ser “muy listos” pero que al final están construyendo una deuda moral costosa y una reputación dudosa. Tal vez muchos al principio creen que son más hábiles que el sistema, pero cuando menos se lo imaginan, caen. Conozco a varios que se jactan de burlar los impuestos, pero se horrorizan cuando se enteran de casos de corrupción en el sistema fiscal.

2. Error Fiscal: Este el comportamiento de quienes hacen las cosas por hacerlas, o sencillamente contratan a alguien que les haga el proceso de declaración cobrándoles lo más barato posible. El problema no está en lo barato o caro, sino en la falta de control de calidad de la asesoría recibida. He visto dueños de empresas convencidos de procedimientos fiscales absurdos y fuera de toda lógica, solamente porque escuchan a pseudo expertos y no validan con otros profesionales del área que la estrategia propuesta es la adecuada. Al final terminan muy mal parados frente al fisco, pagando altas multas, y todo por un mero problema de ligereza fiscal.

3. Planificación Fiscal: Tal como el Ajedrez, los temas fiscales planificados son una estrategia ganadora. Quien tiene la capacidad de ver 10 pasos más adelante, sabe cuál es el mejor camino que se debe tomar. Es por ello que las empresas que cumplen con todas las normativas fiscales y además crecen como la espuma, tienen en su equipo un experto en planificación fiscal. Hay empresas que no sólo son éticas en sus pagos, sino que utilizan esos desembolsos para apalancar ahorros en otras áreas… y eso es pensar estratégicamente!.

Si eres de las personas que sueñas con tener una empresa multinacional, o sencillamente con tener una empresa rentable a largo plazo, es importante entender que para multiplicar hay que dividir, y que el primer socio con el que debes tener una vida armoniosa es con el Fisco de tu país. Es por ello que debes educarte en el tema de los impuestos, o incluir en tus costos estratégicos algunas horas de un buen planificador fiscal.

Es imposible llegar a la excelencia con un equipo mediocre, así que rodéate de personas que te impulsen a ser un mejor emprendedor, un mejor ser humano y un mejor ciudadano.