Establecer tarifas en dólares por los servicios  es un tema que se vuelve cada día más recurrente entre los emprendedores, empresas y profesionales a la hora proteger su capital 

El debilitamiento del bolívar y la elevada inflación afecta el poder adquisitivo del venezolano, obligándolo a buscar respaldo en divisas extranjeras que le ayuden a paliar su situación económica para adquirir productos, materiales, equipos o algún servicio, situación que no solo aqueja a los trabajadores sino también a todos los sectores productivos de la vida nacional.

Esta dinámica que se viene acentuando en los últimos años se puede acrecentar sino se toman las medidas correctivas pertinentes y más aún cuando se estima que para este 2018 la inflación podría llegar a más del 10.000 %, según la opinión de expertos en economía. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el producto interno bruto del país cerró en el 2016 en 16,5% y en el 2017 retrocedió 14%, de acuerdo a datos preliminares.

¿Qué pasa con los servicios?

La mayoría de los emprendedores y prestadores de servicios en Venezuela se han visto en la obligación de fijar honorarios profesionales en monedas extranjeras, como una medida para contrarrestar el proceso inflacionario y la devaluación del bolívar, esto se debe a que los costos de las actividades que efectúan no corresponden con la realidad económica.

De hecho, algunos especialistas en finanzas están recomendando buscar la manera de generar ingresos en moneda dura para paliar esta situación, así como trabajar en exportaciones no tradicionales de productos como café, cacao, mármol y granito, entre otros, y ofrecer asesorías gerenciales y auditorías.

El economista y director de la firma Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, cataloga el momento actual como una “dolarización informal”, que se hará más frecuente en la medida en que no se corrijan las graves distorsiones que afectan actualmente a la economía.

Oliveros explica que la dolarización es parte de un proceso que tiene que ver con la hiperinflación y la destrucción de los precios relativos. “Hay un punto donde no sabes qué es caro y qué es barato, es entonces cuando debes llevarlo a una moneda más estable para tener referencia”.

“Los pagos en dólares se están popularizando, pero no necesariamente es dolarización, eso ocurre cuando legalmente esa moneda circula en los bancos. Estamos hablando, en este momento, de una dolarización informal, muy lejos de ser una estructura formal, pero es un síntoma de la hiperinflación. En la mayoría de los países que pasaron por procesos similares, eso ocurrió, la gente empezó a transar en dólares, euros o reales, dependiendo del contexto geográfico”, indicó el director de Ecoanalítica.

Señala Oliveros que con el paso del tiempo y en la medida que no se resuelva el problema, esta situación cada vez va a ser más frecuente. “Es la única forma en que la gente va a tener claridad de los precios, porque en la actualidad se pierde la noción del verdadero costo de un producto o servicio”.

Partiendo de esta idea, la única conclusión válida es que nuestro país vive una economía dolarizada en la cual cualquier devaluación de la moneda impacta directamente en la inflación y en los precios de productos y servicios. Así, todo emprendedor entiende esta situación y, por tanto, debe buscar la manera de proteger su capital en moneda fuerte, bien sea en dólares o euros.

¿Cómo afecta a los emprendedores?

Son varios los servicios afectados por la cotización en moneda extranjera, entre ellos están los de salud, turismo, sector inmobiliario y automotriz, alimentos, entre otros, que en su mayoría son modelos de negocios de emprendedores. Esto ocurre, en parte, porque los equipos y materiales que utilizan no son producidos en Venezuela y, por tanto, tienen un valor en dólares. Además, los repuestos para la reparación de cualquiera de estos vienen del exterior.

Por lo general, quien presta un servicio no maneja transacciones en dólares, pero lo más factible es que requieran Internet, que en algunas operadores tienen costos muy elevados, equipos como computadoras, servidores web, cámaras fotográficas, impresoras, celulares, materiales médicos, entre muchos otros, que igualmente requieren un costo para su mantenimiento.

A pesar de la situación del país, para los emprendedores también se ha abierto oportunidades en áreas como el diseño gráfico, programación, periodismo, redes sociales y marketing, que se han motivado a crear modelos de negocios que ofrecen servicios en otros países, resultando a la final “mano de obra barata” porque al cambio el costo es mucho menor en comparación con el precio del mercado afuera de Venezuela.