Es el momento de comprar espacios para el desarrollo industrial

Actualmente, la crisis económica ha hecho que todos los mercados comiencen a presentar cambios de todo tipo, desde sus líneas productivas, hasta su clientela. Sin embargo, casi todos han visto la mayor cantidad de variaciones en el cambio de los actores principales y de las razones de consumo.

Uno de los mercados que ha mostrado una variación más intensa en cuanto a los focos de mercado, y a los motivos por los que interesarse en comprar, es el inmobiliario, que aunque muchos crean que está completamente detenido, en realidad solo ha pasado a enfocarse en otra clientela.

Por ejemplo, el mayor cambio es que el sector inmobiliario enfocado en la compra y ventas de apartamentos residenciales ha disminuido mucho en cuanto cantidad de transacciones, sin embargo, estas han comenzado a aglomerarse en el mercado de la compra y venta del sector industrial.

¿Por qué se afirma esto? porque según la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, el sector industrial está presentando una gran movilidad en la titularidad de sus espacios. Esto se debe a que la crisis ha obligado a que muchas industrias sean vendidas por empresarios que no pueden manejarlas, y este exceso disminuye el precio.

Es aquí donde nace la oportunidad para el pequeño empresario que quiera expandir el tamaño de su empresa. “Para aquellos cuya actividad está planificada a largo plazo y que tienen liquidez pues podrán mejorar la ubicación de sus plantas o acceder a infraestructuras muy por debajo del costo de reposición”, aseguró.

Además, la compra y venta de terrenos no explotados también estaría registrando buenos números por motivos similares, lo que significa una oportunidad más para continuar la expansión de los proyectos desarrollados en el país. Lo mismo se estaría viendo en el sector de oficinas de lujo.

¿Para quién es una oportunidad de inversión? para venezolanos y extranjeros, ya que una pequeña empresa que esté realizando una transición hacia un negocio más grande, puede enfocarse en la industrialización de sus procesos; mientras que un empresario extranjero que desee una inversión de bajo costo, y altas probabilidades de crecimiento, también puede comprar en el país.

De este modo podemos ver que la situación actual, por compleja que parezca, no frena ni destruye ningún mercado, sino que obliga a que comience a darse un cambio en los protagonistas que hacen vida en este. Los nuevos focos de mercado comienzan a crear oportunidades de negocios nunca vistas en el país.