Venezolanos podrían aprovechar desechos de café para crear biodiésel

En los últimos años, Venezuela ha atravesado la peor crisis económica de su historia. Se trata de un evento que ha limitado la capacidad investigativa e innovadora, pero no solo por la falta de presupuesto, sino que esta crisis ha desviado el foco de atención de prácticamente todos los sectores del país.

Sin embargo, esto no tendría que ser así. Si bien es cierto que la situación puede ralentizar ciertos mercados, esto no quiere decir que no se pueda seguir innovando a través de las tecnologías e insumos que ya posee Venezuela. Por eso existen cientos de empresas y proyectos en todo el mundo con los cuales podemos inspirarnos, y más adelante, replicar.

Uno de estos es el uso de desechos de café con el objetivo de crear biodiésel, una iniciativa que ha comenzado en Londres, Inglaterra, esta semana, y que tiene como objetivo brindarle combustibles a los famosos autobuses rojos que pasean por la ciudad británica.

Para esto, la empresa Bio-bean se ha propuesto la meta de crear al menos 6.000 litros de combustible anualmente. Esto lo lograría a través de un proceso de esterificación o transesterificación a los desechos generados por las altas cantidades de café que consumen en la ciudad.

La empresa se alió con miles de cafeterías en todo el Reino Unido para obtener la materia prima necesaria para la producción del biodiésel, ya que según Arthur Kay, fundador de la empresa, esta región produce cerca de 500.000 toneladas de café, incluso cuando se trate de un país decantado por el consumo de té.

Una idea alcanzable en Venezuela

Aunque pueda parecer que esto no es más que una posibilidad alejada, en realidad es más realista de lo que se piensa. Esto se debe a que mediante varios experimentos de la Universidad del Zulia, ya se ha logrado convertir aceite comestible usado, y borra de café, en biodiesel.

A través del mismo proceso que utilizará la empresa británica, la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad del Zulia creó este biocombustible. El experimento fue publicado en el 2012, pero desde entonces poco se ha sabido de intentos de replicación. En ese momento utilizaron aceite usado de vendedores callejeros de frituras.

A pesar de que la producción de café y aceites comestibles ha disminuido en nuestro país, el consumo ha logrado mantenerse estable, siendo estos algunos de los productos más utilizados por la población. Esto hace que pueda tenerse suficiente materia prima para mantener una línea de trabajo estable.

Este proyecto puede ser ideal para Venezuela, ya que actualmente cerca del 70% de la energía utilizada en el país es renovable, por lo que adentrarse en el mundo de los biocombustibles, a partir de materiales reciclados y productos no dañinos para el medio ambiente, puede ser un avance sin precedentes en materia tecnológica.

Por el momento es una idea creativa, pero que no se ha desarrollado de forma empresarial en nuestro país. Por eso resulta atractivo investigar más sobre el tema y observar qué tipo de empresas pueden comenzar a capitalizar este mercado existente, pero que poco se ha explorado en Venezuela.