Los ausentes en tu vida

Inicio con esta pregunta: ¿quién no ha estado en tu vida? Evidentemente esto nos lleva a remover nuestros pensamientos, nuestras emociones y pensar en muchas situaciones donde hubiésemos querido que estuvieran muchos nombres.

Cuando vamos haciendo nuestro recorrido mental, comienzan a salir afirmaciones tales como, hubiese querido que estuviera papá, mamá, mi hermana, mi hermano, mi abuela, mi abuelo, mi mejor amigo, mi mejor amiga, mi esposo, mi esposa, mis compañeros, etcétera.

Verdaderamente a veces podemos pensar que es una combinación extraña, ya que debemos saber que las relaciones y los lazos emocionales tenemos que construirlos, cultivarlos como parte importante en nuestras vidas, para estar siempre rodeados de la gente que queremos, que apreciamos, que nos aprecian, pero indudablemente tenemos también que entender que esto no depende totalmente de uno mismo, hay en cada una de nuestras vidas circunstancias ajenas a nuestra voluntad que no siempre permite que tengamos a nuestro alrededor a la gente que quisiéramos.

Piensa que por mucho esfuerzo que hagas para tener a tu alrededor a la gente que deseas a veces la vida decide por ti o simplemente lo que tú deseas está basado en tu sistema de creencias y la otra gente no lo ve, no lo siente igual que tú.

Por ello no podemos pasar nuestros días anclados en pensamientos y afirmaciones reclamándole a la vida y a la gente: ¿por qué no estuviste? Antes de caer en tu propia trampa del pensamiento que te esclaviza, que te amarra, que no te deja ver con claridad, hay que pensar en varias cosas.

¿Tú te sientes acompañado por ti mismo? ¿Qué tanto has crecido espiritualmente para saber que la primera compañía en tu vida eres tú mismo? ¿Has hecho consciente que el sentirte acompañado no depende de la cantidad de gente que tengas a tu alrededor? Eso sólo depende de cómo sea ese encuentro contigo mismo.

Ese es el verdadero primer paso, el saber que lo externo muchas veces no lo puedes controlar, pero si puedes controlar y cultivar tu interior, que al lograrlo siempre te sentirás acompañado y podrás disfrutar con mayor plenitud la compañía que en ese momento presente tengas a tu alrededor.

De igual manera debemos entender que la vida es la sumatoria de cada momento vivido y que tenemos que apreciar significativamente el presente. Al entenderlo de esa manera podrás visualizar con claridad la gente que se te acerca y muchas veces no la ves, la que tienes a tu alrededor y no la percibes, por estar con ese pensamiento sobre otros: “¿Si hubieses estado aquí?”.

Vive el momento, visualiza el espacio y te darás cuenta de que siempre tienes a alguien a tu lado. Irradia y agudiza esa visión en cada momento de tu vida y te sentirás feliz porque descubrirás que siempre has estado acompañado por alguien y estoy seguro de que con otro nombre al que tu querías, pero que si lo ves con claridad, es la mejor compañía para ese momento que te toca vivir.