Éxito sustituto de vida

Como bien sabemos o podemos tener fácilmente el origen de la palabra “éxito”, que viene del latín “exitus”, fin de algo, resultados, tener éxito es sinónimo de triunfar.

Ante esto, ¿de verdad hemos hecho consciente cómo lo asumimos y qué impacto tiene en nuestras vidas la palabra éxito?, ¿qué nos ocasiona al escucharla?, ¿qué emoción despierta?, ¿cuál es el triunfo que busco en mi vida?, ¿cuál es el dilema entre tu mente, tus emociones y tus acciones?

Hoy cuando nos enfrentamos a nuestras realidades, cuando nos enfrentamos a la palabra éxito, ésta es capaz de hacernos enfrentar a nuestros monstruos ocultos, a nuestras frustraciones, a nuestras soledades, a realizar cambios importantes en nuestras vidas, a abandonar gente, hasta a veces no sentirnos a gusto de los lugares de dónde venimos o crecimos.

Por qué hemos llegado a empoderar tanto dicha palabra en nuestras vidas, será porque queremos sustituir muchos momentos por otras cosas que vemos que nos parecen mejores, será porque no nos hemos preocupado por valorar y saber interpretar momentos valiosos, será por tratar de vivir las vidas de otros, será que solo he validado el patrón de éxito que por años han intentado venderme y sin analizarlo lo he comprado, sin importarme los cambios que he tenido que dar para lograrlo.

Pregunto: ¿cuándo has logrado cualquier cosa en tu vida posterior al hecho que sientes?, ¿qué sucede posteriormente? De inmediato es un momento de felicidad, de satisfacción, pero luego que pasa si no tienes con quien compartirlo, con quien comentarlo, si detrás de ese éxito no hay un grupo de gente que te ayudaron a realizarlo.

En definitiva la palabra éxito puede ser tan gratificante como destructiva, dependiendo del empoderamiento que le des en tu vida, es tan simple como poderosa, es tan aliada como puede ser tu peor enemiga.

Colócala en tu vida, como la verdadera capacidad de disfrutar cada paso consciente y de crecimiento que das en el camino, sabiendo disfrutar cada momento, cada día, cada compartir con tu gente querida y amada, sabiendo detectar tus aciertos y aprendiendo de lo que puedes mejorar.

Aprendamos a ver el éxito en la alegría del otro, en la palabra que hace feliz a los otros y te hace feliz a ti, al espacio que disfrutas, al encuentro que te hace vibrar, al saber que descubres cosas nuevas en ti. El saber que con tus acciones eres mejor persona, sin dejar de soñar, construyendo todo lo que quieras desde el disfrute y compartiéndolo.

Sí podemos tener todo lo que deseamos, todo lo que queremos desde el respetar y valorar todo lo que sucede en nuestras vidas, aprendiendo, reorganizando, estudiando, siendo compañero y amigo de la vida y de la gente.

Si vemos el éxito como parte de la consecuencia de todos nuestros actos y no como el objetivo único de nuestras vidas, seremos seres humanos mucho más felices y auténticos.