¿Es momento de disminuir la jornada laboral en Venezuela?

Esta semana, el director general del Instituto Nacional de Altos Estudios Sindicales (Inaesin), León Arismendi, aseguró que la situación que están viendo los sueldos en la actualidad venezolana estaría poniendo en riesgo la jornada laboral de 8 horas, una forma de trabajo que se ha mantenido en nuestro país desde hace décadas.

Afirma que esto se debe a que la imposibilidad de adecuar los sueldos a la inflación, y la baja capacidad del empresariado de brindar beneficios especiales que puedan ser atractivos para los trabajadores, obligan a que estos últimos comiencen a desviar su atención hacia los "tigres", enfocándose mucho más en el trabajo como freelance, y dejando sin personal a las empresas.

¿Es hora de disminuir la jornada laboral?

Aunque León no plantea esta posibilidad en la nota de prensa, la realidad es que las jornadas laborales en todo el mundo han comenzado a presentar una serie de variaciones para adaptarse a diferentes variables, desde el deseo de trabajo independiente, hasta las necesidades de muchos de pasar más tiempo con sus seres queridos.

Se trata de una idea que podría ser positiva, ya que varios estudios realizados en el continente europeo demuestran que una jornada laboral de 6 horas tiene el potencial de mejorar el rendimiento de los empleados a mediano y largo plazo, evitando el burnout, disminuyendo las enfermedades, y manteniendo los niveles de felicidad y satisfacción.

Sin embargo, en algunos casos, esta disminución en las empresas también trajo consigo un costo en otras áreas, por ejemplo en los servicios de salud, que se vieron obligados a incrementar el personal para mantenerse activo durante las nuevas "horas pico" que se generaron a causa del cambio de formato laboral.

Esta, sin duda, sería una medida polémica en nuestro país, ya que en aquellas naciones donde se ha experimentado con esta suelen verse opiniones encontradas. No solo eso, sino que en el caso de Venezuela todavía se presentan problemas como la escasez de medios de transporte, la inseguridad, el tema alimentario, entre otros.

Además tendría que determinarse si la disminución sería específica para un grupo de trabajadores en específico, como sucedió en Alemania recientemente, o si sería solo para un grupo de mercados y sectores, y finalmente si el mismo se mantendría a lo largo de los años o solo en el periodo de contingencia.

Es importante destacar que hasta ahora en ningún periodo de crisis registrado se ha reducido la jornada laboral como un método de ayudar a los trabajadores a generar más ingresos, o a mantener estabilidad en sus finanzas, sin embargo, tampoco se había visto una crisis de esta magnitud en la era del trabajo remoto. Con todo lo expuesto anteriormente, aún parece valido preguntarse, ¿Es momento de disminuir la jornada laboral en Venezuela?