¿Cómo las empresas venezolanas pueden adaptarse a las necesidades de sus trabajadores?

Por muchos años se ha considerado que las naciones del este de Europa son algunas de las más avanzadas en todo lo referente las condiciones laborales, los sistemas de compensación a empleados, e incluso los derechos que estos poseen según su estilo de vida.

Sin embargo, parece que esto no es más que una anécdota que se ha perpetuado a lo largo de los años, y que en la práctica no se ve realmente, cosa que se demostró en la reciente huelga del sector metalúrgico alemán, que obligó a un cambio general en las políticas laborales.

Luego de varios meses luchando por conseguir una mejora en las condiciones laborales, la patronal del metal de Alemania y el sindicato IG Metall lograron que se disminuyera la jornada laboral durante un periodo de tiempo determinado, siempre y cuando el empleado cumpla ciertas características.

Condiciones laborales en Venezuela

En nuestro país se da algo bastante similar, ya que por varias décadas siempre se ha hablado sobre las leyes de protección  los empleados y lo modernas que son en comparación al resto del mundo. Aun así, vemos que los problemas que se ven aquí son similares a los de la nación europea.

Es importante destacar que al momento de hablar sobre las condiciones laborales se hace referencia al marco legal que rige este aspecto, y no a las incontables variables que afectan a nuestra economía y a los empleados actualmente.

Pero esto no quiere decir que se dejarán de lado para favorecer a empresas que no son capaces de comprender realmente que es lo que necesita su grupo humano.

¿Qué se hizo en Alemania?

El principal problema con la jornada laboral no nacía directamente por un periodo de trabajo demasiado largo, ya que la jornada de 35 horas semanales (similar a la que hay en nuestro país) sigue siendo una de las más bajas de Europa y el mundo.

La realidad va mucho más allá, y es que un gran porcentaje de los trabajadores que también cumplen sus labores como padres, ven que las estrictas condiciones del modelo de trabajo alemán suelen complicar de forma gradual su vida personal y su desempeño familiar.

Es por eso que exigieron un cambio en el formato de trabajo, con el que se asegure un periodo de 2 años en los que el empleado (que cumpla condiciones de salud o paternales, y que lleven un par de años trabajando como empleados fijos de la empresa) pueda cumplir con una jornada semanal de 28 horas.

Lógicamente, el sueldo para estas personas tendrá ciertas limitaciones mientras el empleado cumpla con este periodo de trabajo, y la empresa tendrá la posibilidad de ofrecer jornadas de hasta 40 horas (mejor remuneradas) a aquellos dispuestos a trabajar más.

Reiterando que aunque las condiciones actuales de nuestra economía son muy distintas a las del resto del mundo, no puede obviarse que estas necesidades han sido tomadas en cuenta por muy pocos empleadores en la actualidad, y que en un futuro podrían traerles consecuencias negativas si no se adaptan.