El "propósito" sería lo más importante para convertirse en orador motivacional

Un orador motivacional es una persona que cumple una labor muy particular en la sociedad. Se encarga de desarrollar discursos capaces de ayudar a las personas a superar sus propios problemas y a encausar sus vidas personales y laborales.

Sin embargo, muchos aseguran que no debe tratarse de una profesión más, sino que debe ser algo que venga de un deseo interior del mismo orador. Para Daniel Ally, un emprendedor multimillonario y famoso profesional en esta área, ese algo es lo que él llama “propósito”.

"Antes de convertirte en un orador motivacional, debes saber por qué lo haces. A pesar de que la industria de la autoayuda sea muy lucrativa, debes tener un propósito real para comunicarte con tus audiencias. Sin propósito perderás la esperanza y no alcanzaras tus sueños. Debes estar totalmente dedicado a compartir tu mensaje con el mundo", asegura Ally.

Para Jason Barger, otro profesional en el área, el propósito de este tipo de oradores, además de la retribución económica, es ser capaces de "plantar una semilla" en la mente de los asistentes. Ser capaces de crear una experiencia que los ayude a guiarse en el camino de la vida, de la misma forma que lo hizo en su momento con el orador.

Convertirse en orador no es un trabajo sencillo, y desempeñarse de forma profesional en esta área tampoco, sin embargo, es un trabajo que permite el uso de la tecnología como herramienta para incrementar el alcance de las lecciones. De esta manera, el propósito del motivador puede verse reforzado.

Pero el propósito no es solo una herramienta para iniciarse en el mundo de los oradores motivacionales, sino que sería uno de los principios básicos para hacer que estas presentaciones tengan un valor significativo para quienes decidan asistir a recibir consejos de un profesional en el área.

Esto es lo que explotan los oradores enfocados en el desarrollo personal. Se trata de oradores que buscan inspirar y ayudar a las personas a encontrar el propósito de sus vidas a través de una guía en forma de consejos que suelen estar basados en la experiencia personal del orador.

Las otras características que Ally destaca como importantes son las ya más operativas y que tienen que ver con el desarrollo del discurso que se va a utilizar y el extensivo estudio que debe realizarse para hacer que el mismo adquiera un mayor valor. Estas también son importantes, pero no tanto como el propósito.

Finalmente, para Ally, la mejor forma de canalizar este propósito es saber muy en lo profundo del ser que esto es algo que se quiere realizar de por vida. Al igual que en las carreras más artísticas, explica que se debe tener una pasión interna que le indique al orador que podrá hacer esto durante toda su vida.