La crisis venezolana ha hecho que muchos pongan sus ojos en el marketing de experiencia para generar ingresos

Desde hace una par de años, la inflación ha venido arreciando su galope, lo cual ha producido el cierre de muchos negocios y establecimientos cuyos costos operativos se hacen cada vez más insostenibles.

Pero la creatividad del venezolano parece no ceder en la búsqueda de opciones, tal y como se ha dado en el ámbito gastronómico con los llamados ‘restaurantes clandestinos’, que han adquirido gran protagonismo en los últimos años.

“Chefs y propietarios se quejan de que administrar con rentabilidad un restaurante de la manera tradicional es cada vez más problemático, puesto que los controles del Gobierno socialista limitan el aumento de los precios, a pesar de la galopante inflación, y en el país el soborno se ha convertido en la única vía para lograr los permisos”, reportó la agencia internacional Reuters.

No son pocas las alternativas de este tipo que han surgido en el país, y el modelo se basa en que el usuario ve las fotos del sitio por internet, se comunica y ya sea vía Whattsapp o correo electrónico se le envía a detalle lo que incluirá la cena programada, el chef a cargo, lo que incluye, y si la persona reserva recibe la dirección.

El costo de reservación por persona está alrededor de los 220mil bs, evidentemente dirigido a personas de clase media alta. Los lugares pueden ser variados, desde quintas en la capital bajo un árbol de magos, hasta una terraza con vista a las estrellas, en algunos casos, el asistente puede llevar su bebida sin pagar descorche.

No obstante, esto no es algo nuevo ni exclusivo de Venezuela, pues alrededor de mundo hay diversas opciones de este tipo enfocadas en el marketing experiencial, como ‘La Cocina Clandestina’ en Lima-Perú.

Pero el asunto no acaba allí, pues más allá de nuestras fronteras los propios venezolanos han llevado este modelo a distintas partes del mundo, como  La Candelita, en la Calle del Barquillo, 30, 28004 Madrid, España, por ejemplo.

Ahora, si nos apegamos al término ‘clandestinidad’, haciendo honor a su nombre, una de las iniciativas más populares de este tipo en el país es Clandestina, cuya cuenta en Instagram amasa casi los 60mil seguidores y ofrecen este tipo de servicios gastronómicos exclusivos.

Ante todo lo dicho, si esta tendencia sigue en aumento, podríamos estar ante un claro ‘mercado de experiencias gastronómicas’ donde incluso abundarían personas dispuestas a alquilar espacios en sus quintas o viviendas y obtener un porcentaje de ello.

No obstante, es preciso aclarar que este tipo de iniciativas no cumplen con las regulaciones requeridas para operar, pero son un claro indicador que puede mencionarse acerca de cómo una idea creativa puede desembocar en un cuantioso mercado.

“El Gobierno venezolano no respondió a las solicitudes de comentarios. Sin embargo, cocineros y dueños dijeron que los funcionarios gubernamentales toleran sus negocios e incluso los visitan en ocasiones”, indica Reuters.