¿La nueva guerra comercial de EE.UU. sería una oportunidad para Latinoamérica?
Nuevos mercados se abren para la región, pero todavía no se puede prever hasta qué punto eso será significativo para potenciar la dinámica de la economía
La disputa comercial que inicio de nuevo Estados Unidos, pero esta vez con sus aliados tradicionales, la Unión Europea, Canadá y México, han generado diferentes reacciones negativas entre sus afectados y el anuncio de posibles represalias. Y es que Donald Trump decidió activar unos aranceles al acero (25%) y el aluminio (10%) que había advertido en marzo de este año, pero dejado en suspenso con el fin de abrir una negociación.
Con este tipo de acciones también puestas en marcha desde el primer trimestre de este año con China, el país norteamericano se embarcó en una gran batalla sin distinguir entre aliados ni rivales, todo con la idea de fortalecer su sector industrial y comercial, cuya dinámica se basa principalmente en importar de otros países mucho más de lo que exporta. Esta propuesta no solo tienen que ver con el acero y el aluminio, igualmente está latente la amenaza de aumentar la lista de bienes importados.
Sin embargo, con este panorama, Latinoamérica podría verse beneficiada y convertirse en un potencial mercado para aquellos países afectados. Por ejemplo, puede abrir camino para exportar al gigante asiático, un proceso de intercambio que ya ha venido desarrollando en los últimos años. En el 2017 el comercio entre China y la región tuvo un incremento de 18,8 por ciento en comparación con 2016, aunado a las inversiones acumuladas y directas de Pekín que superaron los 200 millones de dólares.
El vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Jorge Familiar, afirmó recientemente que la disputa comercial podría generar beneficios en el corto plazo al permitir suplir las importaciones en determinados nichos, pero en el mediano y largo plazo los resultados no serían tan alentadores.
“Lo que ha beneficiado a nuestra región de manera importante es que hay un sistema internacional de comercio con reglas claras, que son también estables. Si no hay eso, hay volatibilidad e incertidumbre, señaló el representante del Banco Mundial.
Otros expertos en la materia también han llegado a manifestar que si se cierran algunos sectores a la importación o se elevan los precios, en América Latina hay nuevas áreas altamente competitivas como la de productos frescos, carne o ciertas manufacturas.
No obstante, en un artículo publicado en el diario oficialista chino Global Times, el investigador en Woodrow Wilson Center, en Washington, Jorge Heine, advirtió que en caso de una guerra comercial entre Estados Unidos y China los países de Latinoamérica tendrán que prepararse para un ejercicio de equilibrio entre sus lazos tradicionales de la región y los vínculos dinámicos de crecimiento del gigante asiático.
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