Personas con antecedentes penales podrán integrar la fuerza laboral del futuro

Aunque muchos no lo sepan, el mercado laboral de todo el mundo está comenzando a cerrarse. Estados Unidos es uno de los países más afectados ya que, con el veloz incremento en el nacimiento de nuevas formas de trabajo, siendo este gracias a Startups o a la Gig Economy, las empresas tienen cada vez menos de donde escoger.

Es por eso que cada vez se plantea con mayor fuerza la probabilidad de comenzar a incluir personas con antecedentes penales a la fuerza laboral de las empresas. Aunque los preconceptos y, en muchos casos, las leyes todavía inhiban esta posibilidad, la realidad es que está cada vez más cerca.

¿Quiénes posicionan esta tendencia?

Esto se debe a que en recientes reuniones de la Casa Blanca, con grandes empresas estadounidenses como Uber y Home Depot, se ha comenzado a plantear la posibilidad de iniciar programas especiales para facilitar la reinserción de estas personas a la sociedad, principalmente mediante puestos de trabajo.

De acuerdo a cifras expuestas por el gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, tan solo en Estados Unidos hay cerca de 70 millones de ciudadanos con alguna forma de antecedente penal, lo que significa que casi un tercio de la población del país actualmente puede encontrar barreras al momento de buscar un trabajo formal.

Del mismo modo que estaría ocurriendo en Estados Unidos, en el resto del mundo también se vive una situación similar, lo que indica que esta tendencia de cambiar la forma en la que las empresas ven a los ex-convictos también comenzará a pisar con fuerza en la mayoría de nuestros países.

¿Por qué puede ser algo positivo?

Esto no es algo nuevo, y desde hace varios años que se viene tratando esta posibilidad como una estrategia de negocios que favorezca el desempeño económico, ya que libera de cargas al estado y a los entes encargados del mantenimiento de las prisiones, e incluso la probabilidad de reincidencia en el delito.

Sin embargo, el principal motivo (estrechamente relacionado con el tema del empleo) es que estos empleados son mucho más leales a las empresas, disminuyendo de gran manera la tasa de renuncias, y mejorando exponencialmente el desempeño de la empresa.

Esto significa además una menor inversión en la contratación de personal, ya que mientras menos personas decidan abandonar la empresa, menores serán las necesidades de buscar y entrenar nuevos integrantes, una de las principales trabas de personal de las pequeñas y medianas empresas.

Es por eso que actualmente podemos ver que grandes empresas, incluso en Venezuela, están comenzando a aceptar personas con antecedentes penales en sus filas de trabajo, una tendencia que no hará más que crecer en los próximos años.